PAMPLONA - El creciente negocio de las apuestas deportivas, que en Navarra atrajo 86,5 millones de euros el año pasado (cantidad a la que habría que sumar el dinero jugado a través de Internet), ya ha encendido las alarmas de asociaciones que trabajan con la adicción al juego, así como de las instituciones, incluido el Parlamento de Navarra que ha acordado recientemente la creación de una comisión especial para abordar la regulación de las casas de apuestas. Desde finales de 2010, año en el que se legalizaron las apuestas deportivas presenciales en la Comunidad Foral, el número de salones de juego y tiendas de apuestas se ha duplicado, al pasar de 28 locales a 61, un crecimiento notable favorecido por la ausencia de restricciones respecto de su ubicación, por ejemplo, junto a centros escolares o en determinados barrios (los salones de juego únicamente deben respetar una distancia de 400 metros entre unos y otros).

De hecho, Navarra, junto con la CAV, están a la cabeza del Estado como las comunidades autónomas donde más dinero se apuesta por habitantes (18 y 21 euros de media, respectivamente, según datos de 2017). Además de una arraigada tradición de apuestas desde hace décadas, hay una mayor permisividad legal, ya que la red de comercialización de apuestas es más amplia que en otras comunidades.

Sirva como termómetro de la problemática que el 35% de las personas que acudieron el año pasado a la Asociación Aralar para recibir tratamiento eran adictos a las apuestas deportivas y on line y la mayoría tenía menos de 35 años, según los datos de esta asociación dedicada a tratar ludopatías. En concreto, 29 de los nuevos usuarios que se acercaron el año pasado a la Asociación Aralar en busca de tratamiento eran adictos a las apuestas deportivas y on line, la mayoría de ellas, por juego presencial (19) y el resto por juego on line (10).

LA MAYORÍA, EN PAMPLONA La mayor demanda ha propiciado una apertura progresiva de nuevos locales de juego en Navarra, donde a finales del año pasado se contabilizaron un total de 47 salones de juego, en los que además de máquinas de azar de premio directo o máquinas tragaperras, se encuentran instaladas máquinas auxiliares de apuestas deportivas (hasta un máximo de cinco máquinas de apuestas por salón). El incremento en el número de establecimientos de este tipo ha sido sostenido desde el año 2010, cuando había 26 establecimientos de esta naturaleza, pero el aumento sustancial se produjo a partir de 2015, cuando se pasó de 32 salones a 35 en 2016, 39 en 2017 y 47 en 2018. Además, a lo largo de este año han abierto sus puertas otros seis establecimientos.

Un total de 25 salones de juego están ubicados en Pamplona y su distribución es bastante dispersa, ya que están ubicados en casi todos los barrios de la ciudad, con especial presencia en el Segundo Ensanche (cuatro salones), San Juan (cuatro), Rochapea (cuatro), Iturrama (tres) y Mendebaldea (tres). Además, hay seis salones de juego en Tudela; tres en Burlada y tres en Estella-Lizarra; dos en Ansoáin y dos en Tafalla; y el resto se reparten entre Alsasua, Barañáin, Berriozar, Castejón, Cintruénigo, Huarte, Lodosa, San Adrián, Urdax y Villava.

Las tiendas de apuestas, por su parte, aterrizaron en Navarra a finales de 2010, cuando se abrieron las dos primeras en Pamplona. Desde ese momento, el aumento fue paulatino, hasta que en 2016 se alcanzaron los 14 establecimientos, misma cifra que constaba a finales de 2018. De ellas, nueve están situadas en Pamplona, tres en Tudela, una en Cintruénigo y otra en Ansoáin. La normativa vigente establece que en estos locales puede haber un máximo de diez máquinas de apuestas.

una máquina cada 579 navarros Como consecuencia del incremento de salones de juego y tiendas de apuestas deportivas, el parque de máquinas auxiliares existentes en Navarra ha experimentado un despegue exponencial en los últimos cuatro años. De igual manera, la penetración de las apuestas deportivas entre los jugadores navarros ha provocado otro fenómeno en los locales de hostelería, como bares o cafés especiales, donde las máquinas de apuestas han ido ganando protagonismo frente a las máquinas B o popularmente conocidas como máquinas tragaperras, dado que la normativa en vigor permite instalar una máquina de pronósticos deportivos por establecimiento.

De este modo, mientras que a finales de 2014 el registro del Gobierno de Navarra contabilizaba 675 máquinas para realizar pronósticos deportivos, cuatro años después, es decir, a finales de 2018, se alcanzaron las 1.128 unidades, tras un aumento del 67%. Con un parque de esa envergadura, en la Comunidad Foral hay una terminal de apuestas por cada 579 navarros.

Dada la preocupación que está generado el aumento del juego y de las apuestas deportivas entre los sectores más jóvenes, el Parlamento de Navarra aprobó el pasado 9 de septiembre la creación de una comisión especial para abordar la regulación en Navarra de las casas de apuestas, a propuesta de Izquierda-Ezkerra. El objetivo de la iniciativa es restringir el “acceso a estas casas de apuesta y su proliferación”, puesto que “está suponiendo un grave problema de salud”, en palabras de la parlamentaria de Izquierda-Ezkerra, Marisa de Simón. “Se están generando casos graves de ludopatía, de adicciones al juego, en particular a las apuestas deportivas”, añadió, para criticar además que estas casas de apuesta “se sitúan al lado de institutos o de e escuelas, en los barrios más obreros, con familias con más problemas económicos”.

Desde Navarra Suma también se respaldó la iniciativa, porque “es uno de los problemas que tiene la sociedad y desde el Parlamento y el Gobierno se le debe dar respuesta”, indicó Javier Esparza, mientras que en la misma línea, el portavoz de Podemos, Mikel Buil, afirmó que la ley vigente “está desfasada ante la nueva ofensiva de las casas de apuestas y creemos que con la nueva regulación vamos a poder ser punteros”.

PREVENCIÓN DE JUEGO DE MENORES

365 inspecciones a lo largo del año 2018. La Policía Foral, mediante su Brigada de Juego y Espectáculos, que ostenta competencias exclusivas en la materia, realizó durante el año pasado 365 inspecciones para prevenir que menores de edad jueguen o apuesten presencialmente en locales ubicados en Navarra. Los controles realizados se han saldado con dos denuncias, las mismas que se cursaron en 2017 en el mismo ámbito. La Administración foral no es ajena a alarma social que ha generado en los últimos años la irrupción de las apuestas deportivas, y especialmente el impacto que pueden tener en los menores de edad. No en vano, el año pasado se aprobó el I Plan de Inspección y Control en Materia de Juego y Espectáculos 2017-2020, del que se han derivado varios programas de actuación, uno de ellos específico para el control de la participación de menores en juegos de azar.