Donostia - Gipuzkoa cuenta en la actualidad con 93.000 dispositivos de Abiatu, el sistema de telepeaje que permite pagar las autopistas sin parar ni recoger tique y acceder a la tarifa plana para circular por la red viaria de pago de Gipuzkoa y, desde el año pasado, también en la de Araba y Bizkaia.

Abiatu sustituyó al ViaT el 1 de enero de 2015. Si entonces eran en torno a 80.000 los dispositivos de telepeaje en Gipuzkoa, cuatro años después se han incrementado en 13.000, un 16,25% más.

Este sistema permite a los guipuzcoanos aprovecharse de una serie de descuentos -de ida y vuelta, progresivos,...- que tienen su máximo exponente en la tarifa plana para recorrer las autopistas vascas con un coste tope al mes. En Gipuzkoa, pionera en este ámbito, la tarifa plana se puso en marcha en diciembre de 2012 con un coste máximo mensual de 25,64 euros por utilizar las autopistas AP-8 y AP-1.

En 2019 esa tarifa, que ha ido subiendo conforme se encarecían los cánones de las autopistas, se sitúa en 31,53 euros. Es decir, el techo de pago mensual por el uso de las autopistas guipuzcoanas es de casi seis euros más, ya que se ha incrementado un 23% desde 2012.

En 2018 se dio otro hito de la interconectividad viaria, ya que Bizkaia se sumó a la tarifa plana de Gipuzkoa. Fue a primeros de año y en julio, finalmente, lo hizo Araba. De este modo, para los guipuzcoanos, el máximo que abonan por los tránsitos que realicen en Bizkaia y/o Araba, con origen o destino Gipuzkoa, es de 46,58 euros al mes.

La demanda de este sistema de telepeaje es continua. Como ejemplo, en los seis primeros meses de este año se gestionaron 6.067 peticiones, frente a las 5.887 realizadas en el primer semestre del año anterior, lo que supone un incremento del 3%, que pudo deberse a la puesta en marcha de la tarifa plana en los territorios aledaños.

Además, según los datos del Departamento de Infraestructuras Viarias, el uso de Abiatu supuso un ahorro en descuentos para los bolsillo de los usuarios guipuzcoanos durante 2018 de 25.126.650 más IVA.

pago por uso En Gipuzkoa, además de las autopistas AP-8 (Behobia-Bilbao) y AP-1 (Eibar-Gasteiz), donde todo tipo de vehículos deben sufragar el coste del uso de estas vías, también existe un peaje exclusivo para camiones en la N-I y A-15 (Autovía del Urumea). Próximamente, otra carretera se sumará al sistema de peajes, concretamente la autovía de Deskarga (GI-636) que se puso en marcha a principios de este año.

Precisamente, la diputada de Infraestructuras Viarias, Aintzane Oiarbide, defendió el pasado jueves la política de pago por uso en la red viaria guipuzcoana; “necesaria”, según dijo en su comparecencia en las Juntas Generales, para hablar de los retos de la legislatura y para financiar las inversiones que permitan mantener la red de carreteras en condiciones óptimas y adaptada a las nuevas tecnologías.

De hecho, destacó que Gipuzkoa está a la cabeza del Estado en esta cuestión y puso como ejemplo que, mientras los transportistas tienen que abonar peajes en el 100% de las carreteras de Alemania, en el 86% de las italianas, en el 79% de las francesas y en el 61% de las guipuzcoanas; en la media española, sin embargo, apenas asciende a un 18%.

Con la incorporación de la GI-636 al sistema de pajes AT -pago sin parada mediante arcos, como el que funciona en la N-I y la A-15-, el total de kilómetros de peaje pasará del 61% actual al 69% en 2023, es decir, un 69%.

Precisamente, en la N-I y en la A-15, el también llamado sistema free-flow supuso una inversión en la última tecnología en el ámbito de peajes. Pero, probablemente, no será la última que tenga que acometer la Diputación, consciente de que el continuo desarrollo tecnológico del sector del automóvil exigirá en poco tiempo la necesidad de abrir canales de comunicación entre vehículos y de estos con la propia infraestructura para lograr una conducción más cómoda y segura. Todo un reto tecnológico