PAMPLONA - Teo Abajo tuvo un accidente de tráfico hace 13 años “justo cuando acababa de nacer mi hijo, él nació en mayo y yo tuve un accidente en septiembre u octubre”, explicó. “Tuve un accidente con el camión de hormigón, se me cayó la carga a la cuneta y el camión quedó destrozado”, explicó.

Abajo destacó que “tanto los bomberos que me sacaron del camión, como los médicos que me atendieron, decían que de esa noche no pasaba, pero al final sobreviví”.

“Cuando salí del hospital, el médico me recomendó venir aquí y ya llevo trece años asistiendo al centro de día”, confesó. La recuperación le llevo un tiempo. “Es como si volviera a nacer ya que tuve que aprender de cero a andar, a hablar y hacer todo lo que hacía antes”, explicó.

la vocación de la plantilla En todo momento Abajo subrayó que “los profesionales que nos atienden aquí han nacido para realizar esta labor”. “Es increíble lo bien que realizan su labor, si tienes un mal día, ellos lo notan enseguida y se preocupan por ti”, reconoció. “Nos atienden muy bien y nos preparan ejercicios que nos ayudan a rehabilitarnos poco a poco”, explicó. “Nos hacen una gimnasia de mantenimiento y realizamos diferentes ejercicios para evitar mareos o ser capaces de levantarnos si en algún momento nos caemos”, destacó.

manualidades Además de la terapia, los usuarios realizan otro tipo de actividades. “Hacemos chapas y recordatorios de bodas y de cara a Navidad, realizamos felicitaciones personalizadas para llevar a nuestras familias”. “Con el dinero recaudado con las chapas y recordatorios hacemos excursiones, y visitamos lugares como Bilbao o Zaragoza, o vamos al circo. También aprovechamos y ese día comemos fuera”, explicó. Además, añadió que “una vez a la semana salimos fuera comemos un pintxo y cada uno aprovecha para hacer alguna compra”. - D.N.