pamplona - El estudio de estabilidad y evaluación de la seguridad de la ladera derecha del embalse de Yesa, que el Gobierno de Navarra adjudicó en 2018 a la empresa Geoconsult, fue ayer expuesto por primera vez (fue entregado en octubre, según el propio documento reconoce, y no la semana pasada, como el Ejecutivo dijo en su nota al respecto) a alcaldes de las localidades afectadas y a los grupos parlamentarios. Entre las conclusiones de un estudio de esta envergadura -con 900 páginas y una densidad tremenda de datos y gráficos técnicos-, cabe destacar precisamente la falta de certezas sobre la seguridad en Yesa para recrecerlo hasta donde pretende la CHE y, por ende, el Estado.

PRESUPUESTO CUADRUPLICADO Aunque el Gobierno de Navarra se encargara al mediodía de difundir un comunicado que titulaba que “la ladera se encuentra en equilibrio y que la acción sísmica no condicionaría la viabilidad de la presa”, lo cierto es que en el meollo del análisis que efectúan los expertos se sacan otras conclusiones que vuelven a cuestionar la viabilidad de la presa recrecida y que suma incógnitas a las ya conocidas sobre una ladera donde, y esto no conviene olvidar, se expropió a 100 familias en 2013 que nunca jamás podrán volver allí. Aquello supuso que el Estado tuviera que indemnizar a los vecinos de Lasaitasuna y El Mirador de Yesa con 24 millones, que habría que añadir además a los 25 millones de las obras de emergencia para paralizar dicho movimiento y que se efectuaron desde 2013 y a los 6,5 millones entregados para el derribo de las casas citadas y el acondicionamiento del terreno. 55 millones solo desde 2013 para reforzar una estabilidad en cuestionamiento continuo, una ladera que se movía, pero una cantidad que no ha servido de aval de seguridad. El despilfarro proyectado en los Presupuestos Generales del Estado con el Recrecimiento de Yesa, que va a afrontar su cuarto modificado después de que se iniciaran las obras en 2001 con un proyecto de 113 millones de euros, se eleva ahora en torno a los 500 millones de euros.

El estudio elaborado por Geoconsult reconoce que “existen incertidumbres que justificarían investigación complementaria” y que las propuestas de actuaciones de mejora de la CHE resultan adecuadas “pero requieren adaptaciones para incrementar el margen de seguridad en todo tipo de escenarios, medidas adicionales para mejorar el drenaje en el interior de la ladera, estabilizar la zona superior y asegurar los movimientos residuales del deslizamiento”.

La empresa que ha plasmado la encomienda del cuatripartito que gobernó anteriormente recuerda que la ladera está formada por materiales rígidos e impermeables como Margas de Pamplona y por Flysch de Yesa, una formación con intercalaciones de areniscas, margas y lutitas, intensamente plegados. “A favor de los niveles más arcillosos de esta unidad y del contacto se han desarrollado dos deslizamientos de grandes dimensiones (superficie principal y superficie inferior de rotura)”.

LLUVIAS NO EXTREMAS En la cronología que recuerda el estudio, tras las fuertes lluvias de 2013, se detectó una fuerte inestabilidad en el terreno con velocidades superiores a 100 milímetros/mes. “Actualmente la ladera (solo con datos de 2018) se encuentra en equilibrio casi estricto tras las obras de emergencias, presentando velocidades inferiores a 2mm/mes (excepcionalmente 4 mm/mes)”. Pero, Geoconsult añade que tras revisar la investigación geotécnica disponible, “se podría decir que el comportamiento de los materiales no se conoce con la precisión (ensayos dispersos o limitados) que un problema de estas características quizás merezca. Tampoco existe una certeza sobre el comportamiento hidrogeológico de la ladera: evolución de la ladera, profundidad de los mismos, respuesta a lluvias... Es de resaltar por los autores que tras un detallado estudio hidrológico llevado a cabo por el consultor, se ha podido determinar que las lluvias excepcionales de 2013 no son tan extremas (como en su día fueron consideradas por la propia CHE) habiéndose deducido una probabilidad de ocurrencia de 50 años”. Todo ello en un contexto de cambio climático que haría más frecuentes tales fenómenos excepcionales y menor su periodo de retorno.

Entre las recomendaciones constructivas propuestas se cree oportuno profundizar en el conocimiento de la ladera en los relativo a “presencia de agua y su influencia” y a los “parámetros resistentes de superficies de deslizamiento”.

Al movimiento 2 mm/mes se le llama equilibrio estricto.

No se conoce el comportamiento de los materiales. Geoconsult recuerda que no se conoce con la precisión que se merece porque los ensayos han sido dispersos o limitados.

No se conoce el comportamiento hidrogeológico. Evolución de niveles de agua, profundidad, respuesta a lluvias