Pamplona.El Gobierno de Navarra va a priorizar las políticas activas de empleo como principal herramienta en la lucha contra la pobreza, ha afirmado la consejera de Derechos Sociales, Mari Carmen Maeztu, quien ha apostado asimismo por consolidar el sistema de renta garantizada.

Maeztu, quien ha comparecido en comisión a petición de EH Bildu, ha hecho un análisis de la evolución de las tasas de pobreza en Navarra según tres informes, el primero de ellos el de la Fundación FOESSA, que concluye que "los niveles de integración social han mejorado considerablemente en Navarra", donde la mejora "ha sido algo mayor que la que se ha producido en el conjunto del Estado".

Según este informe, la tasa de pobreza en Navarra en 2017 era de un 8,3 y de un 21,6 en el conjunto del Estado.

El segundo informe es el elaborado por la red europea de lucha contra la pobreza y exclusión social en España, que utiliza la llamada "Tasa AROPE".

El documento señala que Navarra "ocupa sistemáticamente" el primer o segundo lugar con tasa más baja entre todas las comunidades. En 2013, la tasa de Navarra era del 14,5 % y en 2018 se había reducido al 12,6 %.

Por su parte, el tercer informe, el del Observatorio de la Realidad Social, observa una mejora continuada de los principales indicadores de pobreza y desigualdad en Navarra para el último año disponible (2017). Según este informe, la tasa de pobreza severa en Navarra es del 2,6 % y del 9,2 % en el conjunto del Estado.

En definitiva, ha dicho la consejera, "ninguno de los tres informes señalan que haya un aumento de las situaciones de pobreza, más bien todo lo contrario, se está reduciendo la pobreza en nuestra comunidad de manera más intensa que en el conjunto de España".

Respecto a las medidas a adoptar contra la pobreza y la desigualdad, ha destacado que el Plan Estratégico de Inclusión de Navarra 2018-2021 es "el instrumento que responde al compromiso político adquirido por el Gobierno de Navarra para garantizar el derecho de las personas en situación o riesgo de exclusión, a ser apoyadas en sus procesos de inclusión social".

El plan, ha explicado, contempla un primer bloque dedicado a las "Necesidades básicas y garantía de ingresos, empleo e incorporación social", un segundo para los ámbitos de "Vivienda, Salud, Educación y corresponsabilidad social", y un tercero sobre la evaluación y seguimiento. En su exposición, la consejera ha hecho especial incidencia en las medidas referidas al empleo.

En ese sentido, ha apuntado que el número de perceptores de Renta Garantizada que logran un empleo ha crecido en los últimos años: en 2018, fueron 6.997 personas, que firmaron 21.064 contratos. La tasa de rotación (número de contratos por persona) fue de 3,01.

Maeztu ha recordado que, en el acuerdo programático, existe el compromiso político de "consolidar el modelo de Renta Garantizada, desplegando su potencial de protección social y mejorando los mecanismos de inclusión social y laboral".

Por último, la consejera ha hecho referencia a la Agenda2030 para el Desarrollo Sostenible y la meta de poner fin a la pobreza en todas sus formas y en todo el mundo.

La Agenda plantea que de 2015 (año de aprobación de la misma) a 2030, se debe reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones con arreglo a las definiciones nacionales.

Por tanto, ha indicado Maeztu, si en 2015 la Tasa AROPE era para Navarra de 13 %, en 2030 deberá ser como máximo del 6,5 %. Esto supone, ha agregado, que "la disminución que está experimentando la Tasa AROPE en nuestra comunidad está en la senda de poder alcanzar la meta".