pamplona - La brecha de resultados existente entre el alumnado de centros públicos y concertados era ya una realidad conocida que el último informe PISA ha vuelto a evidenciar ante el incremento de la diferencia entre ambas titularidades en los últimos años. Ante ello, tal y como avanzó ayer el consejero de Educación, Carlos Gimeno, el Gobierno de Navarra trabaja ya en una norma foral para tratar de aminorar una diferencia que "ha aumentado significativamente con respecto al informe de 2015", apuntó el consejero.

En su comparecencia en el Parlamento foral, Gimeno expuso que las diferencias en los resultados entre la educación pública y la concertada, entre otros factores, se explican por las desigualdades socioeconómicas existentes entre un alumnado y otro. "El ISEC (Índice Socioeconómico y Cultural) de los alumnos navarros ha mejorado con respecto a años anteriores, aunque esa mejora se ajusta más al alumnado nativo que al inmigrante", expuso. Así, los centros de titularidad pública son los que acogen en sus aulas a más estudiantes de origen extranjero y con menor nivel socioeconómico, lo que tiene consecuencia directa en el rendimiento de los alumnos. "Una variabilidad social o étnica puede llevar a que los estudiantes con peor desempeño tiendan a concentrarse en determinados centros, lo que tiene una influencia negativa en la evolución de su rendimiento y del resto", sostuvo.

Para reducir esa brecha entre los resultados de unos centros y otros, Educación aprobará próximamente un decreto foral de distribución equilibrada del alumnado en todos los centros escolares financiados con fondos públicos. Así, según explicó Gimeno en una comparecencia anterior, se va a trabajar en un sistema de reserva de plazas en cada unidad educativa, tanto en el periodo ordinario del proceso de admisión del alumnado, como en el extraordinario y en el llamado fuera de plazo. Dicha norma de reparto se aplicará en el curso 2021-22 y buscará "asegurar la calidad educativa para todos, la cohesión social y la igualdad de oportunidades, y una adecuada y equilibrada escolarización del alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo". "Es trascendental garantizar que el rendimiento del alumnado venga determinado por su esfuerzo y capacidad, no por su contexto social, económico o familiar", defendió Gimeno.

El Ejecutivo foral intervendrá de esta manera para mediar una acción política educativa y social "decidida", y evitar así "un sistema educativo dual, consolidado, con una red privada con un alumnado y una red pública con un alumnado de otras características". "Es decir, centros absolutamente diferenciados por el alumnado que escolarizan y desvinculados de su entorno físico y social, todos ellos curiosamente sostenidos con los mismos fondos públicos", señaló.

comunidad líder en 'mates' Atendiendo a los resultados del informe PISA, en la competencia Matemática, la brecha existente entre la red pública y la red concertada crece de 32 a 40 puntos con respecto a 2015. En Ciencias, el descenso es más homogéneo si bien la diferencia sigue siendo llamativa: 478 puntos los públicos y 512, los concertada.

No obstante, PISA ha situado a Navarra como comunidad líder en competencia Matemática (503 puntos de media) y como sexta en competencia científica (492), por encima, en ambos casos, de los indicativos de la Unión Europea, de la OCDE y del conjunto del Estado, situándose a la altura de países como Finlandia, Suecia, Alemania o Noruega. No obstante, también se constata un descenso en la puntuación general en ambas competencias en relación al informe de 2015, aunque es una bajada generalizada que también se ha registrado en la UE, la OCDE y el Estado.

A este respecto, Gimeno destacó que el sistema educativo navarro es "uno de los que muestra porcentaje más alto de estudiantes que alcanzan el nivel básico de competencias y una de las comunidades que menos estudiantes tiene por debajo de ese nivel". Además, "los resultados por género son tremendamente satisfactorios, con reducción clara de la brecha de género". De hecho, la distancia entre chicos y chicas se ha reducido enormemente: en Mates los alumnos logran 505 puntos y ellas 500 (5 puntos de diferencia frente a los 12 de 2015) y en Ciencias ha bajado de 8 a 1 punto a favor de ellos.

En lo relativo a las diferencias entre alumnado nativo e inmigrante, el consejero explicó que en Navarra es superior el porcentaje de alumnos con antecedentes de inmigración con respecto al Estado, la OCDE y la UE. La diferencia de resultados entre los escolares nativos y los de origen inmigrante son "tremendamente significativas" en las dos competencias: en Matemáticas la diferencia es de 68 puntos, sólo superada por la CAV y La Rioja, y muy superior a la media estatal (40) y la UE (39). En Ciencias la distancia es de 40 puntos, similar a la media europea, pero superior a la española.

Por modelos lingüísticos, el 14,07% por ciento de los alumnos realizó las pruebas en euskera y el 85,93% en castellano. Las competencias han descendido en ambos modelos, pero el descenso es más acusado en el modelo D (euskera), cuando en 2015 los resultados del modelo D eran superiores. No obstante, Gimeno pidió "cautela", ya que cuatro centros de este modelo no realizaron la prueba, por lo que "la muestra puede perder valor estadístico".

reacciones Tras la comparecencia de Gimeno, los portavoces de los grupos intervinieron y el primero en hacerlo fue el parlamentario de Navarra Suma Pedro González que abogó por analizar en profundidad el contenido del informe PISA para "ver con detalle los sitios en los que hay que incidir y tomar decisiones de mejora de nuestro sistema educativo". "No hay que evaluar para rankings, hay que acercarse a las condiciones específicas que están modulando los resultados y utilizarlas para mejorar nuestro sistema educativo", destacó.

El parlamentario del PSN Jorge Aguirre abogó por utilizar el informe PISA para "para aprender, analizar y mejorar" y aseguró que el PSN trabajará con Educación y desde el Parlamento "para avanzar hacia un sistema educativo basado en la equidad y que busque la excelencia".

Por otra parte, la portavoz de Geroa Bai, María Solana, consideró "injusto y poco riguroso" que se haya realizado una comparativa entre los resultados del modelo de euskera y del de castellano. "No hay muestra suficiente para dar un resultado de una comparativa con rigor. Si la voluntad es no politizar, ¿por qué se utiliza esta separación de unos centros que han colaborado y que han cumplido con su obligación? Nos preocupa muchísimo", planteó.

En la misma línea, Bakartxo Ruiz, de EH Bildu, también mostró su "preocupación" por que se comparen los datos por modelos lingüísticos. "La muestra no es representativa y puede llevar a un gran margen de error", apuntó. Por otro lado, señaló que el informe es "una herramienta que aporta datos que hay que tener en cuenta para introducir mejoras en el conjunto del sistema educativo".