Pamplona. El Gobierno de Navarra ve inviable la construcción de una autovía en el recorrido de la N-121-A y ha apostado por un tercer carril en la vía para prevenir la siniestralidad, y tampoco se harán las pasarelas para fauna previstas por falta de eficacia de las mismas.

Así lo ha señalado el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, en respuesta a una pregunta del representante de Navarra Suma Javier García y la parlamentaria de EH Bildu Laura Aznal.

García ha apostado por la construcción de una autovía que una Belate y Bidasoa, al considerar que es "la única solución que da garantías de seguridad de cara a la gran cantidad de siniestros" que se producen en este tramo, especialmente teniendo en cuenta que "la cantidad de tráfico se ha incrementado".

Ciriza ha defendido en cambio el sistema 2+1, que "apuesta en buena parte por una separación de los sentidos mediante una barrera vertical metálica" que se instalará en una mediana de dos metros de anchura que "responde al objetivo de evitar el 100 % de los choques frontolaterales".

En este sentido, ha destacado que diferentes estudios internacionales demuestran que "la siniestralidad es semejante a la de las autopistas y cuenta con ventajas como la supresión del 100 % de los adelantamientos por el sentido contrario, sin perjudicar a la velocidad media de los recorridos, y que no se produce un efecto llamada para los camiones".

Para García, el hecho de que solo hayan presupuestado un millón de euros a este proyecto, cuando el Estado destina 10.000, es muestra de que no se trata de una prioridad, a lo que el consejero se ha opuesto subrayando que se trata de una previsión "realista".

Asimismo, Ciriza ha pedido "coherencia" a los regionalistas y ha recordado que el primero que "se opuso a la modificación completa de la vía por su coste fue el consejero de UPN Luis Zarraluqui".

En lo referente a la construcción de pasos para la fauna, Aznal ha instado al consejero a seguir las directrices de una declaración aprobada con el consenso de todos los grupos en la que se pedían actuaciones en esta carretera para evitar accidentes de tráfico y pérdida de ejemplares por atropellos.

Ciriza ha explicado que "desde la Dirección General de Obras Públicas e Infraestructuras no se muestran convencidos de la efectividad de los pasos a distinto nivel propuestos inicialmente", ya que es preciso redirigir los trayectos habituales de los animales y para ello son necesarios vallados continuos.

Esto, ha indicado, es "complicado en una vía de estas características", ya que, si entran los animales en lugares en los que fuese imposible cerrar el recorrido, tendrían más dificultades para salir, consiguiéndose el efecto contrario al deseado.

Asimismo, ha asegurado que "el diseño de la vía 2+1 no incrementa de manera significativa la problemática ambiental", ya que tanto la ampliación de la anchura como la barrera vertical "no suponen un aumento significativo del riesgo de atropello".

Aznal se ha mostrado contraria a este planteamiento, que ha calificado como medidas de "parche" o "chapuzas" en "una de las diez vías en las que más atropellos de animales hay", aunque, según ha indicado el consejero, del 2006 al 2018 no ha habido ningún muerto ni herido grave por esta causa y tan solo se han registrado tres heridos leves.

La parlamentaria ha asegurado que "se han primado las restricciones presupuestarias" y ha recordado al consejero que, si el problema es económico, existen programas europeos que ofrecen financiación para abordar cuestiones como ésta.

Según ha destacado Ciriza, el Gobierno cuentan ya con los informes de afecciones ambientales de los tramos 1, 2 y parte del 5 de la N-121-A y se está trabajando ya en la redacción de los proyectos, por lo que ha confiado en licitar el primero de los tramos en verano.