pamplona - Una vez más el Arzobispado de Pamplona ha rechazado la oportunidad de redimirse por los “pecados” ocurridos hace décadas en al menos 7 colegios religiosos de Navarra, donde una treintena de personas han denunciado haber sufrido abusos sexuales, al rehusar la invitación a participar en unas jornadas que se celebran el viernes en Civican sobre la pederastia y que “tienen las condiciones para mantener un diálogo constructivo y sincero para todas las partes implicadas”, según expuso el director general de Justicia del Gobierno foral, Rafael Sainz de Rozas, algo que la cabeza de la Iglesia navarra no ha sabido entender, “muestra del camino que todavía tiene que recorrer para asumir su responsabilidad, no tanto por lo que personas individuales pudieron hacer, sino por la actitud de ocultación que han tenido”.

Pese a que será “un diálogo incómodo”, lo presidirá “el rigor, la seriedad y el respeto”, aseguró Sainz de Rozas, razones que le hacen lamentar la “oportunidad perdida” por parte de la Iglesia navarra para avanzar en un camino al que desde el Vaticano sí se anima, pero “no es la línea que hasta ahora ha seguido” el Arzobispado. El director general de Justicia justificó su papel como “catalizador de procesos sociales”, como “un deber y una responsabilidad institucional”, de forma que ya ha mantenido reuniones con el arzobispo Pérez en las que aseguró haber percibido “buena disposición” y haber creído en su sinceridad cuando dicen que “tienen voluntad de acercarse”. Por ello, expresó su decepción por su ausencia en esta iniciativa, donde le consta que había religiosos dispuestos a participar, pero “no han recibido luz verde” para ello por parte de Monseñor Pérez.

comisión intrusa en lo público También, respecto a la comisión creada por el Arzobispado para acoger a menores y personas vulnerables víctimas de abusos, no solo en el seno de la Iglesia, sino en la sociedad, Sainz de Rozas advirtió que la atención generalizada a las víctimas ya se hace desde los servicios públicos. Por ello, pidió una “actitud sanadora de heridas, individuales y sociales”. “Nuestra sociedad está reclamando de la Iglesia, la de reconocer hasta qué punto fue un factor de victimización” esa falta de empatía con las víctimas.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Víctimas de Abusos, Jesús Zudaire, fue crítico con la respuesta de la Iglesia, aseguró que están “abiertos al diálogo”, si bien se mostró escéptico ante la creación de la comisión eclesial. El que no sea específica para las víctimas de abusos de la Iglesia es, a su juicio, como “poner un ventilador para desviar la atención de lo que logra nuestra asociación”. Para concluir, Zudaire animó a denunciar más casos, pese a que vía penal prescriba y solo quede la civil, de difícil curso.