PAMPLONA - El presidente del Consejo de Juventud de Navarra explicó ayer que desde el CJN trabajan para que el Programa EmanZipa “se alargue al los tramos de personas de entre 18 a 35 años”, por ser la horquilla en donde han bajado más las emancipaciones; y alegó que la modalidad de compartir piso “no está contemplada de manera específica en este programa”. Además, adelantó que pretenden elaborar un Plan de Empleo conjunto con el gobierno “desde una perspectiva juvenil y transversal”. El representante de Navarra compareció en rueda de prensa junto con el presidente del Consejo de Juventud de España (CJE), Juan Gutiérrez, y Manuel Ramos, y el sociólogo encargado de realizar el último Observatorio de Emancipación Juvenil, Joffre López comparecieron ayer en rueda de prensa para exponer las conclusiones y resultados del último informe sobre emancipación juvenil correspondiente al primer semestre de 2019.

López explicó que en el caso de acceso a la vivienda, “ya no solo hablamos de viviendas enteras, porque cada vez más jóvenes se emancipan compartiendo piso, ya que sale más económico”. Por otro lado, añadió que el peso demográfico de la juventud de la Comunidad Foral “se ha reducido de manera notable en los últimos diez años y la juventud navarra se concentra cada vez más en Pamplona, ha pasado de un 55% a un 60%”. En cuanto a la emancipación explicó que “si comparamos la cifra con el resto del estado, es superior, pero sigue siendo un 21,4%, lo que significa que casi un 80% aún no se ha emancipado”.

más precariedad Manuel Ramos por su parte, explicó que la situación de la juventud se basa en dos pilares en la actualidad, el empleo y la vivienda. “El empleo desgraciadamente tiene dos apellidos ahora que son la temporalidad y parcialidad, se define específicamente por ser un empleo precario que no permite a las personas jóvenes tener un salario digno y plantearse un proyecto vital”, explicó.

En cuanto a la vivienda, Ramos manifestó que “unos salarios precarios con unos costes de vivienda cada vez mayores, lo único que dibujan es que las personas jóvenes tenemos que tomar una decisión: o nos quedamos en casa retrasando todavía más esa vida independiente, o damos ese primer paso y al ser tan caro, nos quedamos sin poder dar ninguno más”.

Por otro lado, Ramos manifestó que a la juventud “no le afecta la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)” a 966,00 euros porque “juega en otra liga”, la de la precariedad, con lo cual a los jóvenes todavía se les hace más difícil acceder a la vivienda.

Por su parte, Gutiérrez, explicó que “tenemos un problema de contratos temporales serio que nos dificulta aún más acceder a la vivienda y tener un proyecto vital propio”.