- Dos representantes de la asociación de víctimas de abusos sexuales en centros religiosos de Navarra se reunieron ayer en la sede de Cáritas con dos de los integrantes de la comisión eclesial designada por el Arzobispado para la protección de menores y personas vulnerables para conocer en principio el cometido de esta oficina de denuncia de abusos y ante la que las víctimas expusieron sus demandas. Por parte del organismo eclesial recién creado estuvieron presentes Manuel Martín Carrasco, médico psiquiatra y la directora de dicho órgano, Maite Quintana, secretaria general de Cáritas Diocesana de Pamplona-Tudela y licenciada en Derecho y en Derecho Canónico. Ellos dos se encargaron, a la vista de los infructuosos encuentros con el Arzobispado, de manifestar su independencia respecto a las directrices de la Archidiócesis de Pamplona y Tudela. “No vamos a ser ni frontera ni parapeto de la Iglesia”, reflejó Martín. “No somos los portavoces del Arzobispado”, había comenzado Quintana.

La cita, que transcurrió de forma distendida, no fue sino un cambio de impresiones y de demandas de información. Así, la asociación de víctimas recordó que les gustaría conocer el interés de esta oficina en investigar y conocer lo ocurrido en casos ya prescritos por la Justicia. Ante tal tesitura, hubo un compromiso inicial por parte de la comisión eclesial de dirigirse a los centros para conocer la trayectoria de los agresores, si fueron trasladados de los colegios, posibles víctimas y toda la información que los colegios estuvieran dispuestos a ofrecer. La asociación de víctimas pretende tener acceso a esa información en la mayoría de casos para de esta manera conocer también si existió una responsabilidad por parte de los centros en el actuar de esos agresores y, por tanto, se pudo incurrir en un posible delito de encubrimiento.

Ayer precisamente, la Conferencia Episcopal Española (CEE) anunció que todas las diócesis españolas contarán, antes del 31 de mayo, con oficinas de atención a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia, donde recibirán las denuncias y las trasladarán a las autoridades civiles. Preguntado por el número de denuncias de abusos a menores por parte de miembros del clero en España, el portavoz de los obispos, Luis Argüello, dijo no conocerlo pues muchas denuncias en congregaciones “han ido directamente a Roma”. Además, apuntó que al eliminar el Papa Francisco el secreto pontificio, habrá más posibilidades de información. Argüello apuntó que el hecho de que “haya oficinas en la Iglesia no quiere decir que no haya juzgado de guardia o Fiscalía o Policía”, añadiendo que no van a ser “un tapón” para que no haya denuncias.