l pasado domingo 1 de marzo los señores Javier Remírez y Bernardo Ciriza, consejeros de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior el primero y de Cohesión Territorial el segundo, nos sorprendieron con un artículo de prensa publicado en distintos medios escritos del ámbito foral, en lo que entendemos, un intento de neutralizar a una opinión pública que no sale de su asombro, ante lo que resulta cada día más difícil de entender, y mucho más de justificar.

Nos hablan de empatía, trabajo, rigor, compromiso y del ratio coste-eficacia, sin duda palabras muy bien sonantes todas ellas. También nos dicen que no caerán en la improvisación, el discurso fácil, o incluso la demagogia. Sin embargo no pierden la oportunidad de tirar balones fuera a las primeras de cambio.

Defienden el 2+1 como la solución a la N-121- A, pero al mismo tiempo se escudan diciendo que es el resultado de las decisiones técnicas tomadas anteriormente por gobiernos de todo color político. (La falta de valentía comienza a asomar la patita). Por un lado hablan de rigor, y por otro se lavan las manos repartiendo responsabilidades, al mismo tiempo que nos quieren vender la burra de que el 2+1 es la solución. Esto último lo deducen del análisis efectuado por el gobierno de UPN allá por el año 2014, al que llamaron estudio técnico de funcionamiento de la carretera "de interés general" N-121-A , Pamplona-Behobia. (Entrecomillamos de interés general porque nos da la risa) Que sería de ella si no lo fuera...

Se apresuran a indicar que las obras se licitarán en verano para dar comienzo a final de año, lo que no nos dicen es cuándo terminará. (La valentía vuelve a brillar por su ausencia). Se limitan a decir que el gobierno trabaja para tener adaptados los 62 km lo antes posible. Si tenemos en cuenta las previsiones de la aún no ejecutada variante de Uharte, aprobada en 2013, podemos echarnos a temblar con esta obra que, como bien dicen, se aprobó en el mes de abril de 2017 y que en abril de 2020 no habrá movido una piedra. Por otro lado conviene recalcar que lo que están anunciando es el inicio de las obras en únicamente su primer tramo, para el que a día de hoy, ni siquiera existe partida presupuestaria.

De los 70 millones estimados solo se dispone de 1 millón, gasto aprobado por el Gobierno el pasado mes de enero.

Dan a entender y presumen del carácter participativo del proceso, cuando a pesar de los continuos intentos de los ayuntamientos por gestionar dichas cuestiones, todavía no han resuelto ni una de las 485 alegaciones presentadas, tanto por particulares como por ayuntamientos.

También nos hablan de una serie de medidas a corto plazo, y hay una que destaca por encima de todas ellas: ¡Mejorar la iluminación de los túneles! ¿De verdad les preocupan los túneles?

Hablémosle a la gente de los túneles entonces. Ni el de Belate, ni el de Almandoz, ni el de Oieregi, ni el de Sunbilla cumplen con la normativa europea de seguridad. Los dos primeros, están considerados por los análisis de riesgos del Ministerio de Fomento como túneles de alta

peligrosidad. ¿Saben ustedes por qué? Porque la calificación de los mismos se valora (entre otras cosas) en función de los camiones o vehículos pesados que cruzan por ellos. Así de sencillo, a más camiones más peligro, a menos camiones mejor calificación.

Los de Oieregi y Sunbilla después de las obras de adecuación, siguen pendientes de ser nuevamente analizados. Y no podemos dejar pasar por alto que en los cuatro túneles siguen pendientes de realizar los obligados análisis de riesgo por tránsito de mercancías peligrosas.

Los túneles de Belate y Almandoz van a seguir siendo ilegales y peligrosos hasta el año 2025, fecha prevista para el fin de las obras de desdoblamiento. Lo cual viene a decir, que vamos a tener que seguir atravesándolos, durante cinco años más, consciente el gobierno de Navarra, de que no cumplen con las medidas de seguridad necesarias. No vemos por ningún lado el rigor y el ratio coste-eficacia al que ustedes se refieren, anunciando un desdoble (otros 100 millones de euros de los que no disponen) cuando este se produce casualmente en las mismas fechas en las que el Ministerio de Asuntos Exteriores les emplaza por un expediente de incumplimiento de la UE. Hecho este que nos hace pensar que lo hacen más por el miedo a las sanciones, que por una mera cuestión de prevención de riesgos.

Esto nos lleva a analizar la decisión del gobierno de no optar (de momento) por la restricción o el desvío del tráfico pesado internacional hacia la autovía de Leitzaran o A-15. Aunque esta decisión podría revisarse en función de las circunstancias cambiantes de la vía, nos dicen... Y esto sencillamente nos parece indignante.

¿A que están esperando?, ¿de qué tienen miedo? Les recordamos que el pasado 30 de enero el parlamento aprobó una moción con el voto favorable de todos los grupos políticos excepto el de Navarra suma que se abstuvo, en la cual se insta al gobierno a "estudiar, a través de sus servicios jurídicos, las posibles medidas a tomar para restringir o limitar la circulación de vehículos pesados por la N-121-A, con el objetivo de aumentar la seguridad y rebajar la siniestralidad de esta vía", que conecta Pamplona con Francia a través de Irún.

En la reunión celebrada el pasado 28 de enero en el palacio de Navarra, pusieron sobre la mesa que los estudios realizados indicaban la tendencia a la baja de la mortalidad durante el año 2019, y ello complicaba la justificación jurídica de la medida. En los dos primeros meses del 2020 las "circunstancias cambiantes de la vía" han hecho que la tendencia se revierta. En tan solo dos meses ya hay mas fallecidos que en todo el año pasado. ¿Y ahora qué?

Nos recuerdan que cualquier actividad restrictiva de la administración debe estar debidamente motivada ya que, de lo contrario, se incurriría en una arbitrariedad. ¿Les parece poca motivación el hecho de que sea el propio tráfico pesado el que provoque que los túneles de Belate y Almandoz se consideren altamente peligrosos?

Se aferran a que tras analizar las causas de los accidentes mortales durante los últimos cuatro años, los informes policiales "forales", eximen de responsabilidad alguna a los camiones, obviando que en la mayoría de siniestros con resultado de muerte, hay camiones implicados. En los tres últimos sin ir más lejos.

Cierto es que su única culpa fue estar en el momento indicado en el lugar incorrecto, pero esa es la cuestión, que están ahí, que representan un riesgo en sí mismos y que son demasiados. De sus palabras se deduce que el hecho de que circulen más de 3000 camiones diarios no tiene nada que ver con que esta carretera sea la de mayor siniestralidad y mortalidad de Navarra, si lo es, (que lo es) se debe simplemente a que somos los peores conductores y los más imprudentes del reino.

A nuestro entender, ceñirse a sus frías estadísticas es no querer ver la realidad de una vía, que sin estar en absoluto preparada para ello, soporta el tránsito de miles de vehículos pesados al día, y eso tiene un efecto indiscutible en el comportamiento del resto de usuarios. Como venimos repitiendo en los diferentes foros en los que participamos, no acusamos a los camioneros. En ningún caso les hacemos responsables (no más que a cualquiera que transite por ella) del peligro que conlleva circular por esta carretera, es más, si no fuera porque la mayoría son unos excelentes profesionales, esto podría ser una auténtica locura. No obstante, y mientras en esta carretera no se garantice al máximo la seguridad de todos sus usuarios, nos veremos en la obligación de seguir insistiendo en la necesidad de desviar el tráfico internacional de mercancías.

Por otro lado no entendemos muy bien la resistencia que vienen mostrando algunos transportistas de la zona, ante lo que es una medida que entendemos no les afecta en absoluto, dado que en todo momento nos hemos referido al tránsito internacional de mercancías sin origen ni destino en la zona, como la opción a restringir, por el mero hecho de que disponen de otra alternativa.

Una medida sencilla, con costes asumibles por la administración y rápida ejecución siempre que haya voluntad. Y algo muy a tener en cuenta: perfectamente reversible en caso de que no funcione.

Somos conscientes de que este gobierno se ha encontrado con esta herencia histórica y por lo tanto no podemos achacarles toda la responsabilidad, pero tienen en su mano dar los primeros pasos para acabar con la angustia de los miles de usuarios que la utilizan diariamente, y especialmente, con la de los habitantes de los 29 municipios navarros directamente afectados. Sean ustedes valientes y empiecen por desviar el tráfico internacional de mercancías, que no tengan ni origen ni destino en la zona, por la autovía de Leitzaran, que para eso se construyó. ¿O no?

Alcaldes de: Anue, Arantza, Baztan, Beintza, Bera, Bertizarana, Doneztebe, Elgorriaga, Eratsun, Ezcabarte, Igantzi, Ituren, Lantz, Lesaka, Olaibar, Sunbilla, Uharte, Ultzama, Zubieta, Basaburua, Bertizarana, Donamaria, Etxalar, Ezkurra, Odieta, Oitz, Saldias, Urdazubi, Urrotz y Zugarramurdi.