PAMPLONA. El Gobierno de Navarra impulsará la hospitalización domiciliaria en el área de Pamplona para las personas afectadas por coronavirus para lo que dispone de 96 camas en el Complejo Hospitalario de Navarra, a las que se suman otras 30 en el Hospital Reina Sofía de Tudela y 14 en el Hospital García Orcoyen de Estella.

En este sentido, el director general de Salud, Carlos Artundo, ha indicado en conferencia de prensa que este sistema ofrece evidentes ventajas y subrayado que está atendido por equipos sanitarios dependientes de los hospitales que hacen un seguimiento diario de los pacientes y disponen para ello de los equipos y materiales adecuados.

En el momento de su intervención, ha precisado, eran 350 las personas afectadas por coronavirus en Navarra (entre ellas 25 sanitarios), de las que 93 están hospitalizadas (10 en tudela, 3 en Estella y el resto en Pamplona), 11 de estas en sus domicilios.

Además hay otro grupo de 254 personas que están en su domicilio por coronavirus pero cuyo estado permite que sean atendidas por Atención Primaria, por los médicos y enfermeras de los centros de Salud, que lo hacen preferentemente por teléfono salvo que sea necesaria su presencia en el vivienda.

En estos casos, ha dicho, junto a los ya conocidos consejos higiénicos, la persona enferma debe permanecer siempre que sea posible en una habitación individual, ventilada y con la puerta cerrada, restringir sus salidas de la misma y, si es necesario hacerlas, siempre con mascarilla, y limitar también las entradas de otras personas a esa habitación.

Artundo se ha referido también a las personas inmigrantes, de las que ha asegurado que van a ser atendidos "de la misma manera" que cualquier otra porque viven y trabajan en la Comunidad Foral y muchas de ellas con trabajos tan "importantes" como el cuidado de los mayores.

Tendrán, ha subrayado, "la misma atención que cualquier otra persona en Navarra" y será así por que la salud es un derecho fundamental y por razones de salud pública.

Pero también porque el Gobierno se ha propuesto "no dejar a nadie atrás ni en situación de vulnerabilidad" en esta crisis sino que, al contrario, se pueda "salir fortalecidos como sociedad" de ella, un propósito que alcanza asimismo a las personas si techo, ha precisado el vicepresidente y portavoz del Ejecutivo foral, Javier Remírez.

Además el director general de Salud ha agregado que el Gobierno está ya estudiando "cómo atender mejor" a las personas ingresadas en residencias y psicogeriátricos, un colectivo "especialmente vulnerable".

De las personas enfermas por coronavirus ha puntualizado que hay 25 que son profesionales del sector sanitario, tanto del sector publico como del privado, y con respecto a las pruebas para detectar la enfermedad ha confirmado que las misma se realizan según los protocolos.

Al respecto ha precisado que se ha hecho la prueba a miembros del Gobierno y otras personas según los criterios establecidos que aluden a personas ingresados o profesionales a proteger como sanitarios, bomberos, 112 y responsables públicos críticos.

Por último, en cuanto a la posibilidad de que se pueda ampliar en el tiempo el estado de alarma, Remírez ha recordado que la decisión compete al Gobierno central y que esta medida como el resto se tomará en función de las circunstancias y siempre con el objetivo de "frenar la curva" de contagios por coronavirus reduciendo estos al mínimo posible.

Un reto que también persigue la decisión del control de fronteras, del que ha indicado que se ocupan las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado a las que ha garantizado la "disposición" de la Policía Foral para lo necesario.