- El departamento de Salud potenciará la atención y la hospitalización domiciliaria para las personas que sean diagnosticadas de coronavirus, un modelo de atención que reporta numerosas ventajas tanto para el paciente como para los centros sanitarios y en el que actualmente están tres de cada cuatro personas que han dado positivo en COVID-19. Podrán ser atendidos desde sus casos aquellos casos en los que el cuadro clínico lo permita.

Según datos de ayer a las 13.00 horas, en Navarra hay 350 casos positivos -25 son profesionales sanitarios tanto del ámbito público como privado- de los cuales 82 están hospitalizados en centros sanitarios (73 en planta y 9 en UCI) y 268 cursan la enfermedad en sus hogares (257 en atención domiciliaria y 11 en régimen de hospitalización domiciliaria), lo que supone un 76,5%. La diferencia entre los dos modelos asistenciales es que el primero corre a cargo de Atención Primaria y el segundo de los equipos sanitarios de un hospital.

Así, tal y como explicó el director general de Salud, Carlos Artundo, en rueda de prensa, los 257 que están en atención domiciliaria son pacientes con síntomas leves y que por lo general presentan un cuadro clínico de infección respiratoria: tos, disnea o fiebre. Estos pacientes deben permanecer aislados mientras sus profesionales de referencia de Atención Primaria así lo consideren, de acuerdo a su situación clínica. Deben permanecer sin salir de su domicilio durante 14 días desde el inicio de los síntomas. El seguimiento y el alta serán supervisados por estos mismos profesionales que, preferentemente, realizarán una atención telefónica.

Por otra parte, la hospitalización a domicilio -que el departamento de Salud va a impulsar en el área de Pamplona para atender a determinados pacientes con COVID-19- es un modelo asistencial que permite dispensar cuidados médicos y de enfermería propios de un centro hospitalario a pacientes en su domicilio. El equipo de hospitalización visita al paciente periódicamente y efectúan en el domicilio las pruebas diagnósticas necesarias. Igualmente realizan procedimientos terapéuticos, siempre con las mismas garantías de atención y seguridad que en el centro hospitalario.

En esta situación es en la que se encuentran 11 diagnosticados de coronavirus, un modelo asistencial para el que en Navarra se dispone, actualmente, de 140 camas. De ellas, el Complejo Hospitalario de Navarra (CHN), en Pamplona, cuenta con 96 camas; el Hospital Reina Sofía de Tudela, con 30; y el Hospital García Orcoyen de Estella, con 14 camas.

Salud va a potenciar la hospitalización a domicilio porque es un modelo que, según Artundo, “tiene numerosas ventajas”, con respecto a la hospitalización convencional. Por un lado, el paciente se encuentra en un entorno conocido y más cómodo, en compañía de familiares -que se ven liberados de desplazamientos y noches de cuidados-, evita el riesgo de adquirir infecciones en el centro hospitalario y la recuperación funcional es más rápida. Por otro lado, esta forma de hospitalización permite un mejor uso de los recursos sanitarios y mejora la coordinación entre los equipos profesionales de Atención Primaria y Atención Especializada, y frena un poco la saturación que padecen actualmente los centros sanitarios con la crisis del coronavirus.

Además, la hospitalización a domicilio se ha consolidado en los últimos años y que lleva en marcha desde finales de 2006. Inicialmente se implementó en Tudela y en 2008 se extendió al Área de Salud de Pamplona y en 2009 a Estella. Desde entonces, se han realizado varias ampliaciones del servicio y, en los últimos años, su peso se ha cuadruplicado en Navarra, pasando de ser el 2% de los ingresos totales de los centros hospitalarios públicos en 2014, al 8% actual.

En 2019, un total de 4.740 personas se acogieron a esta modalidad de hospitalización como alternativa a la permanencia en el hospital. La estancia media fue de 8,4 días. De esos 4.740 pacientes, un total de 3.255 dependían del CHN; 966 del Hospital Reina Sofía de Tudela y, finalmente, 519 del Hospital García Orcoyen de Estella.

Habitación individual. Desde el Instituto de Salud Pública y Laboral recomiendan a los pacientes que están en su domicilio permanecer en una habitación individual bien ventilada y preferiblemente con la puerta cerrada.

Baño propio. Si es posible, usarán su propio baño, es decir, no compartirán con ninguno de los convivientes. Si no lo es, limpiarán las superficies del baños con el desinfectante habitual que utilicen en casa (lejía).

Lavado de manos. Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón, especialmente después de toser o estornudar o manipular pañuelos que haya utilizado.

Restringir salidas y entradas. Se debe restringir al mínimo imprescindible las salidas de la habitación y, cuando sea necesario salir, llevar siempre una mascarilla. En caso de no disponer de mascarilla, mantenerse a dos metros de distancia de los convivientes. De la misma manera se evitarán lo máximo posible las entradas a la habitación por parte del resto de los convivientes, que deberán llevar puesta una mascarilla.

No compartir enseres. Se recomienda que el paciente no comparta enseres (vajilla, sábanas, mantas etc.) con el resto de convivientes.

Los residuos, bien aislados. La bolsa con los residuos podrá descartarse con el resto de los residuos domésticos siempre que estén introducidos en una bolsa cerrada herméticamente.

Si se agrava, llamar. En caso de agravarse la enfermedad se deberá contactar con los profesionales de referencia de Atención Primaria o con el 112 comunicando que se encuentra en aislamiento o cuarentena por COVID-19.