PAMPLONA. La renovación del Voto de las Cinco Llagas, que debía celebrarse este jueves en Pamplona, ha sido el primero de los muchos actos inamovibles en el calendario de las tradiciones navarras que esta Semana Santa han sido suspendidos por el confinamiento ciudadano obligado a causa de la pandemia del coronavirus.

Precisamente, la Función de las Cinco Llagas, a la que la corporación pamplonesa acude en cuerpo de ciudad, tiene su origen en otra pandemia, la de la peste bubónica de la que en 1601 se libró la capital navarra y en cuyo agradecimiento el Ayuntamiento acude desde entonces a renovar su voto.

Tampoco se han celebrado otros actos que debían haber tenido lugar hasta este momento, tanto en Pamplona como en otras localidades navarras, o de hacerlo -como el traslado de la Dolorosa- no han tenido carácter público.

De hecho, sí se celebrarán en la Catedral de Pamplona actos litúrgicos como ya fue el de la pasada misa del Domingo de Ramos en la Pasión del Señor y ayer la Misa Crismal, y hoy tendrán lugar la Misa de la Cena del Señor del Jueves Santo, mañana la Celebración de la Pasión del Señor del Viernes Santo, el sábado la Vigilia Pascual en la Noche Santa, y el domingo la Misa del día del Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor.

En todos estos casos, al igual que en otras muchas iglesias de Navarra que han optado por este método, habrá un reducido número de participantes y fieles, y podrán seguirse en directo por Navarra Televisión y por internet.

Otros actos, que además de la tradición religiosa aunaban su carácter de atracción turística, fallarán también en el calendario por primera vez en muchos años e incluso siglos, como son las procesiones de Viernes Santo en toda Navarra, con especial incidencia en Pamplona por ser la más multitudinaria, y en Corella por sus pasos artísticos.

El Vía Crucis viviente de Andosilla el viernes por la mañana, el ajusticiamiento de Judas en Cabanillas y Allo el domingo tampoco se vivirán este año.

En Tudela, el baile del Volatín en la mañana del Sábado o la Bajada del Ángel en la del domingo de Resurrección, son fiestas declaradas de Interés Turístico Nacional que se han suspendido y que atraían a miles de personas.

También el Domingo de Resurrección hay un acto popular muy conocido en Luzaide-Valcarlos, con el baile de los Bolantes, en el que los dantzaris de esta localidad situada cerca de la Colegiata de Orreaga-Roncesvalles interpretan una de las danzas más llamativas y ancestrales de Navarra que este año quedará inédita.