a transformación ha durado un mes exacto, desde el 30 de marzo hasta el 30 de abril. Tiempo durante el que cuatro de las diez plantas del hotel NH Iruña Park se han convertido en un hospital para pacientes en hospitalización domiciliaria con COVID-19. Aunque no han sido necesarias las ocho plantas y hasta 160 habitaciones que llegó a prever inicialmente el Departamento de Salud, el hotel ha acogido de forma simultánea, y en un inicio vertiginoso de actividad, a cerca de 90 pacientes. Ayer solo quedaban cinco en la 3ª planta y a lo largo de la mañana fueron abandonando el hotel. La última paciente salió en torno a las 12.30 horas entre aplausos de un personal sanitario especialmente contento. Y el hotel NH Iruña Park volverá a ser el Hotel NH Iruña Park.

"Ha sido muy rápido, porque solo ha sido un mes, pero un mes muy intenso", explicaba ayer la enfermera Silvia Salinas, que destacó la "colaboración", no solo del personal sanitario, sino de muchos gremios para la reconversión del hotel en hospital en apenas un fin de semana. "Al principio fue duro porque montar un hospital en un medio que no es hospitalario tiene sus dificultades, pero enseguida se cogió el ritmo y se fue aumentando pacientes y personal", concretó Salinas. "El equipo ha respondido muy bien, hemos trabajado muy a gusto, lo hemos hecho crecer y ahora da hasta pena marcharse. Pero es una buena noticia", finalizó.