- Horarios limitados, dudas a la hora de comprar los billetes, miradas a los carteles colocados en las taquillas (cerradas) en busca de información... Este es el ambiente que se vive estos días en la estación de autobuses de Pamplona, donde continúa habiendo escaso movimiento tanto de pasajeros como de autobuses. La entrada de Navarra en la fase 1 de la desescalada ha hecho que desde el lunes viaje alguna persona más, sobre todo por motivos de trabajo, citas médicas o viajes de la capital al pueblo y viceversa, pero la demanda sigue siendo muy baja.

La situación de las líneas de transporte regulares no ha cambiado: continúan ofreciendo servicios mínimos. Por ejemplo, según señaló ayer Claudio Lesaca, gerente de La Burundesa, la línea Pamplona-Vitoria de su compañía realiza únicamente tres expediciones de ida y tres de vuelta de lunes a viernes, mientras que los sábados se reduce a dos y los domingos el servicio está suprimido. En ese sentido, Lesaca comentó que los horarios responden especialmente a las necesidades de quienes se desplazan para trabajar.

"La movilidad interprovincial es muy baja o nula desde el inicio de la crisis. Ahora, en la fase 1, hay algo más de movilidad, pero hemos pasado a unos niveles de pérdidas de viajeros próximas al 95%. Y el 90% de las expediciones puede tener el orden de uno, dos o tres viajeros", explicó.

Una de las personas que cogió ayer el autobús a la una del mediodía dirección Vitoria fue Ekaitz Mardaras, de 26 años, quien volvía a su casa de Durango después de haber pasado estos dos meses en Pamplona. "Estudio aquí. Estaba esperando y vuelvo ahora que parece que se ha calmado todo", señaló mientras esperaba, con su guitarra a cuestas, para entrar en el autobús. El billete lo compró por internet el martes a la noche, ya que, confesó, "no tenía ni idea de cómo estaría la cosa y, por si acaso, me curo en salud".

En la puerta del autobús, el chófer David Garjón controlaba que todos los viajeros entraran con mascarilla, ya que es obligatorio ponérsela. En el interior, mientras que las primeras filas quedaron libres, las demás fueron ocupadas respetando la distancia de seguridad. Actualmente, la ocupación tiene que ser del 50%.

"Solo salgo una vez al día, ida y vuelta. Los servicios los hacemos por pueblos porque no puede ser de otra manera. Hay tan poco servicio que tenemos que cubrirlos todos", explicó Garjón, quien ayer llevó a cuatro personas, el martes a seis y "el lunes a alguna más, pero más de diez es difícil".

Varios andenes a la izquierda, Txus Aguirre esperaba a que llegara el autobús para volver a la Ulzama. "Vivo en Pamplona, pero el estado de alarma me pilló en mi pueblo y me tuve que quedar allí los dos meses. Ayer vine a ver cómo estaba mi casa y ahora me vuelvo porque estar aquí es una tristeza impresionante", confesó Aguirre, que espero hasta la fase 1 para poder viajar. El billete lo compró en el autobús, pero antes miró en la web de la compañí los horarios, ya que los habían reducido a dos.

En su caso, Andrea Camargo esperaba sentada en los bancos del interior de la estación a que llegara su autobús para volver a Tudela. "He venido a Pamplona a la mañana porque tenía una cita médica en el hospital. Como no estaban saliendo autobuses, antes he venido en tren, y ahora vuelvo en autobús", explicó la joven de 31 años, que había comprado su billete por internet una horas antes.

Una de las mayores dudas de las personas que se encontraban ayer a la mañana en la estación estuvo relacionada con la compra de billetes. Preocupaciones que, al estar las taquillas cerradas, resolvió el vigilante de seguridad Jose Soto. Por un lado, explicó que las entradas para viajar en un autobús regular se pueden comprar en el mismo autobús o en las máquinas de la estación, siempre que sea con tarjeta, además de por Internet.

Por otro, aclaró que los demás autobuses ofrecen servicio bajo demanda, es decir, la persona tiene que llamar a la compañía o comprar un billete 24 horas antes de la salida del autobús. "Por ejemplo, si quieres viajar mañana tienes que comprar el billete hoy antes de las nueve de la mañana. Si se pasa de esa hora, ya no puedes viajar mañana", indicó Soto.

Uno de los conductores que realizó ayer un servicio bajo demanda telefónica fue Fermín Erdozáin, de La Tafallesa, quien explicó que, "si no hay demanda, no nos movemos, y tampoco cogemos a alguien que vaya a la parada, aunque pases, porque nosotros no vendemos billetes". Respecto a este servicio, destacó que "es un problemón porque la gente mayor no utiliza internet y no tiene la forma de cogerlo. En las zonas rurales no se usa la demanda telefónica porque la gente mayor no sabe utilizarla", lamentó.

Además del uso obligatorio de mascarillas y de la distancia de seguridad entre pasajeros, otra de las medidas de prevención es la limpieza de los autobuses. "En nuestro caso, después de cada expedición se desinfectan los autobuses en la misma estación. Al final del día, se vuelve a hacer", explicó Lesaca, para añadir que una vez a la semana llevan a cabo "una desinfección más profunda de todos los autobuses que han tenido servicio".

De momento, los autobuses continuarán con el servicio reducido hasta que el Gobierno de Navarra comunique otra medida.

"Desde el inicio de la crisis hemos pasado a unos niveles de pérdidas de viajeros próximas al 95%"

Gerente de La Burundesa

"En las zonas rurales, donde vive gente mayor, el servicio bajo demanda es un problemón"

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