- Prácticamente todas las bodas previstas desde marzo hasta junio en la Comunidad Foral, una cifra que se cuenta por centenares, se han visto aplazadas al último trimestre de este año o incluso al 2021 debido a la pandemia del coronavirus y a todos los interrogantes que ha traído consigo respecto a este tipo de celebraciones que, tradicionalmente, se viven de forma estrecha con la familia y los amigos, una cercanía que se ha topado con la barrera de la covid-19.

A pesar de que crisis sanitaria haya supuesto un gran trastoque para algunas parejas que tenían previsto darse el 'sí, quiero' en el trascurso del estado de alarma, el virus no ha podido con el amor y, a pesar de los contratiempos, algunas parejas no han querido esperar más para oficializar su amor y han seguido adelante con la boda sin invitados o incluso por videollamada para estar acompañados, de alguna manera, en un día que se preveía muy especial.

Desde hoy, con la entrada de Navarra en la Fase 3, las parejas no tendrán que esperar más para estar unidos legalmente y celebrarlo con sus allegados -todavía con un aforo limitado y siguiendo las medidas de seguridad e higiene- ya que el calendario nupcial ha vuelto a ponerse en marcha, aunque la mayoría de novios y novias haya preferido esperar a 2021 cuando existan más garantías y tengan el tiempo suficiente para dejar todos los cabos atados al detalle.

Siendo así, el Registro Civil de Pamplona, dependiente del Juzgado de Primera Instancia número 4, reanudó el pasado 15 de mayo la celebración de bodas -aunque sin invitados-, que habían quedado suspendidas desde que se decretara el estado de alarma en marzo. Desde aquel primer enlace civil 'post-covid', la denominada Sala de bodas del Palacio de Justicia de Pamplona ha presenciado incluso seis bodas diarias celebradas siempre los viernes a partir de las 13 horas, cuando usualmente se celebraban un máximo de cuatro al día. "El pasado viernes pensé que había terminado con las bodas cuando me metieron otras dos a última hora. Incluso temí que fuera a confundirme de nombres con tanto trajín", bromeó Martín Corera, letrado de la Administración de Justicia del Juzgado de Primera Instancia número 4 de Pamplona, quien aseguró que se está "intentando recuperar la normalidad, en ese sentido, para causar el menor perjuicio posible a las parejas". A pesar de la alta demanda de enlaces civiles, el Juzgado no contempla ampliar los días en los que celebrar las cerca de 40 bodas aplazadas en el lapso del estado de alarma, que ya han cubierto el calendario nupcial del Palacio de Justicia hasta noviembre.

De esta forma, las ceremonias civiles celebradas en instalaciones públicas o privadas, tendrán desde hoy un aforo del 75% y, en todo caso, con un aforo máximo de 150 personas en espacios abiertos y de 75 personas en espacios cerrados. Asimismo, se deberán cumplir las medidas sanitarias de mantenimiento de distancia social, higiene de manos y uso de mascarilla.

El escenario es similar en los enlaces civiles del Ayuntamiento de Pamplona, que se celebran en la sala Lidia Biurrun de la Ciudadela -el año pasado acogió un total de 206 bodas civiles- que, a pesar de haber visto canceladas o aplazadas casi todas las bodas previstas para el mes de junio -además de las del intervalo entre el 14 de marzo y mayo-, retomó su actividad como sala nupcial el pasado sábado 6 de junio, tres meses después de ver inhabilitada esta función.

De todos modos, Marta Urbiola, responsable de Protocolo del Ayuntamiento de Pamplona, apuntó que algunas parejas han mantenido la intención de casarse, a pesar de las restricciones. De esta manera, a lo largo de esta semana el Consistorio pamplonés se pondrá en contacto con ellas para "concretar las medidas que haya que tener en cuenta y que estos puedan tener cierto margen para organizarse", explicó Urbiola.

Con la entrada en vigor de unas medidas de seguridad más laxas en esta tercera fase de la desescalada y con la vista fijada en la entrada de la denominada 'nueva normalidad', el Ayuntamiento está estudiando la posibilidad de ampliar el calendario de bodas a los viernes y sábados de julio cuando, normalmente, la ciudadela permanece cerrada por la celebración de los Sanfermines. Aún así, este planteamiento no las tiene todas consigo ya que, debido a la excepcionalidad de este julio, el Consistorio mostró su intención de extender el formato del Festival las Murallas a todo el período estival, algo a tener en cuenta para no solaparse con la celebración de las bodas.

En la misma línea, el próximo mes de julio la capilla de San Fermín, la iglesia que más bodas acoge en Navarra -75 en 2019- retomará la celebración de los enlaces religiosos que tenía previstos. Además, muchas de las más de 50 nupcias suspendidas en San Lorenzo están siendo acomodadas entre octubre y noviembre, o incluso en 2021.

Al igual que las celebraciones civiles, las ceremonias religiosas se verán afectadas por los protocolos del coronavirus decretados por el Ministerio de Sanidad que recogen que los lugares de culto tendrán un aforo máximo del 75% -si no está determinado se deberán seguir unos criterios de cálculo, que excluyen pasillos, vestíbulos, lugar de la presidencia y colaterales y patios-. Asimismo, se limitará el uso de los bancos a una persona por cada metro lineal y, si no hay asientos, será una persona por cada metro cuadrado de superficie reservada a asientos. Igualmente, se deberá limitar la duración de la celebración, poner orden en las entradas y salidas y evitar la actuación de coros.

Transmisión. El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra recuerda que el virus se transmite en contactos estrechos y de al menos 15 minutos de duración, al hablar, toser y estornudar. También se aconseja evitar las aglomeraciones, elegir encuentros al aire libre y mantener la distancia.

No salir de casa con síntomas.

Si se tiene alguno de los síntomas del covid-19 no se debe salir de casa, ni al trabajo ni a cualquier otra actividad. Esos síntomas son la fiebre, la tos, la dificultades respiratorias y la pérdida del olfato o del gusto. También se vigilan por precaución otros síntomas, como la diarrea, los dolores musculares, de garganta o de cabeza, que no sean habituales en la persona o no tengan causa conocida.