e retoma el vuelo. Los aeropuertos del Estado ya forman parte de la nueva normalidad y ayer se sumó a ellos el aeropuerto de Noáin, que reanudó su actividad comercial. La primera jornada comenzó con un vuelo con origen en Madrid y que aterrizó en Pamplona a primera hora de la mañana para emprender nuevo trayecto hasta la capital a las 10.00. Fue el estreno de un verano inusual, que se presenta con menos vuelos que los años anteriores por la situación epidemiológica.

El sector aéreo es uno de los más afectados por la crisis del coronavirus y reanudó ayer su actividad con el vuelo sin incidentes a la capital. Desde abril 12 aeropuertos regionales, entre ellos el de Pamplona, permanecían cerrados y sólo estaban operativos bajo la solicitud expresa de las aerolíneas para realizar una operación de aterrizaje o de despegue.

El ocio y los reencuentros fueron los protagonistas de los primeros vuelos del verano y de esta nueva normalidad. De hecho, varios de los primeros ocupantes del pasaje eran peregrinos dispuestos a realizar el Camino de Santiago y con ganas de disfrutar del aire libre. Un inicio de julio y de vacaciones de verano atípico pero acorde a la actual situación, donde los pasajeros calificaron el vuelo como "normal", sin despegarse de la mascarilla pero sin miedos añadidos. La familia de Rodrigo Abad Ruiz optó por el avión para sus vacaciones familiares en Almería. Desconocían que viajaban en el primer vuelo desde Noáin en esta nueva situación y con tranquilidad indicó el motivo de su elección: "Son bastantes horas de desplazamiento hasta allí y básicamente, por comodidad hemos elegido volar".

Entorno a las 9.35 de la mañana aterrizó el vuelo proveniente de Barajas en la terminal y media hora después despegaba el primero saliente de Noáin. Cerca de 55 personas que llegaron con antelación, viajaban en ese vuelo según informó la directora del aeródromo, Vanesa Polo: "Los viajeros han llegado muy pronto al aeropuerto y tanto el filtro de seguridad establecido como el embarque se ha realizado de forma escalonada y correcta". Siguiendo el protocolo y las recomendaciones establecidas los pasajeros acudieron con antelación suficiente y sin acompañantes, como se indica, excepto aquellos que necesiten asistencia que sí que podrán acceder a la terminal.

Para que los aeropuertos sean espacios libres de covid-19, las medidas establecidas incorporan tres controles de seguridad: toma de temperatura, mediante cámaras termográficas de gran precisión; un control documental, y un control visual. El estreno de dichas medidas de seguridad implementadas tras superar el pico de la pandemia se realizó de manera correcta. Eva García, personal de seguridad de la zona de embarque, admitió que fue una mañana "tranquila" y que la gente llegaba un poco "descolocada" pero a pesar de ello "muy concienciada".

Para respetar las medidas higiénicas y las distancias de seguridad la instalación de Noáin tiene señalizaciones que indican las distancias adecuadas e hidrogeles. El uso de mascarillas es obligatorio para todo el personal y también para los viajeros, antes, durante y después del vuelo hasta que abandonen el aeropuerto.

Volar en la nueva realidad supone aeropuertos semivacíos, sin overbooking y con más cautela que nunca. A pesar de ello, volar no supone más temores que un posible aterrizaje y despegue movidos. Uno de los viajeros, procedente de Madrid, expresó serenidad al respecto: "Miedo exacto ninguno porque, al fin y al cabo, es un vuelo normal".

Con transbordo en Madrid y con "una sensación de ir a un aeropuerto a las 5 de la mañana en el que no hay nadie", llegaba ayer Miguel Carricas Laspalas a Pamplona, su ciudad natal. Él vivió el confinamiento muy lejos, desde la ciudad suiza de Ginebra. Llevaba seis meses sin ver a sus padres y ayer se reencontró con la familia. Hoy toca el turno de retomar las conexiones con las islas. Los vuelos a Las Palmas saldrán hoy completos de pasajeros. De ahora en adelante solo queda saber cuando se podrá volar a Fráncfort.