El alcalde de Lleida, Miquel Pueyo, ha defendido que el confinamiento de la comarca del Segrià (Lleida) anunciado este sábado por el Govern permitirá proteger a la ciudadanía frente al coronavirus: "Estamos comprometidos con la decisión de la Generalitat. Cualquier otra opción sería insensata, populista, injusta y arriesgada".

"Os pido tolerancia y solidaridad. El virus no se ha marchado, ya lo dijimos. Ahora tenemos que hacer un esfuerzo especial para doblegar esta curva de contagios", ha dicho este sábado por la tarde en rueda de prensa tras una reunión telemática de la Junta de Portavoces municipal.

Ha lamentado que familias y hosteleros hayan tenido que aplazar los planes que retomaron después del primer confinamiento: "Lo primero que hemos percibido con intensidad es esta sensación de tristeza, de pasos hacia atrás".

UN MÍNIMO DE 15 DÍAS.

Aunque la decisión "duela", ha llamado a la responsabilidad y a ser comprensivos ante una medida de prevención que durará por lo menos unos 15 días, ha explicado.

Durante este tiempo habrá supervisión policial del cumplimiento de las medidas de seguridad: "Debemos hacer este esfuerzo, cuando sea necesario, con medidas policiales. No podemos permitir un confinamiento de dos semanas que no sirva para aplanar la curva de contagio".

Ha pedido a las instituciones tener presente a Lleida, tanto en estos momentos como en el futuro, y un "máximo esfuerzo" a los Mossos d'Esquadra en las labores de apoyo a la Policía Local para garantizar los resultados que se esperan del confinamiento.

"Y de cara al futuro, hemos de hablar de cooperación; de cooperación económica y de muchos tipos, para afrontar la emergencia sanitaria", ha defendido.

TEMPOREROS.

Sobre los temporeros, ha detallado que la última noche 246 personas han dormido en los pabellones habilitados en Lleida --"una pequeña disminución" respecto a noches anteriores--, y que el consistorio trabaja con mediadores y con la comunidad senegalesa para comunicarse con ellos.

"Es obvio que en el centro histórico intentaremos, no solo mantener una presencia policial, que es continua, sino también una labor de mediación", ámbito en el que ha destacado la labor de Arrels Sant Ignasi, Càritas y la Cruz Roja en Lleida.

MEDIDAS MUNICIPALES.

Debido al confinamiento, de momento seguirán cerradas las piscinas municipales, que iban a abrir el 15 de julio, y tampoco abrirán ludotecas y centros cívicos.

Se suspenderán actividades culturales previstas para esta quincena, que intentarán reprogramar, mientras que seguirán abiertos bares y restaurantes, al no existir de momento ninguna prohibición de apertura.

El transporte público seguirá activo, aunque Pueyo ha pedido no utilizarlo para "ir a dar una vuelta"; en ese sentido, ha recordado que la Policía Local podrá preguntar a los viajeros hacia dónde se dirigen.

Los trabajadores del Ayuntamiento que formen parte de colectivos vulnerables seguirán teletrabajando, y el resto podrá acogerse voluntariamente a esta medida; actualmente, 275 empleados de la Paeria teletrabajan para conciliar, ha explicado el alcalde.

El Ayuntamiento dispone de Equipos de Protección Individual (EPIs) a disposición del personal que deba trabajar "en primera línea", y la semana que viene se repartirán mascarillas en el eje comercial de la ciudad.

Además, los mercados no itinerantes seguirán abiertos, y el consistorio está estudiando la posibilidad de ampliar las distancias entre las paradas.