endillorri, un barrio joven que nace hace a penas 30 años, lleno de vida y que acostumbra a tener cuadrillas de gente joven en parques y plazas está ahora casi desierto. Ayer amaneció con las calles más vacías que cualquier otro año a mediados de julio y sin nadie jugando en las pistas de los colegios, a consecuencia de varios casos positivos en covid-19 entre algunos habitantes del barrio.

Durante esta pandemia Mendillorri ha sido ejemplo de ayuda y colaboración gracias a las redes de ayuda creadas por vecinas y vecinos. Esta población, que ha reivindicado el trabajo en auzolan y el ocio en el barrio para sus cuadrillas, está siendo ahora víctima de uno de los brotes de la covid que hay en la Comunidad Foral. Con el foco en Pamplona el barrio suma ya un total de 69 casos positivos.

El brote está relacionado con el ámbito social y de ocio nocturno y el foco originado en el casco viejo de Pamplona ha generado positivos en varios barrios de la comarca, pero ha azotado con mayor fuerza y la incidencia ha sido mayor en Mendillorri. Un barrio que tiene un gran porcentaje de cuadrillas de entre 18 y 22 años.

El aumento de casos positivos mantiene encendida la alerta, pero la rutina continua a pesar de que la ausencia de gente es notable y el barrio está prácticamente vacío. Jon Asensio y Soraya Alcalá han pasado unos días fuera del barrio y a su vuelta han podido comprobar el cambio. "Hay menos afluencia de gente, no se ve jaleo ni nada, pero bueno tenemos un poco de preocupación, más que nada por que tenemos abuelos y padres", afirmó Asensio. Mikel Solano, de 54 años, también ha seguido haciendo vida normal y observa que "se nota que faltan más jóvenes en la calle", cree que "la gente está comprometida y es responsable".

Una de las iniciativas que ha permitido identificar los posibles casos positivos fue la iniciativa y el compromiso de alguno de los infectados que decidió crear una lista de Whatss App donde apuntar el nombre de quien diera positivo y así, poder controlar quien había estado en contacto directo y tomar las medidas necesarias. "Me parece muy interesante, es una iniciativa muy buena por parte de ellos, en ese sentido los jóvenes están muy comprometidos", afirmó Luis Echeverría de 61 años ante el conocimiento de la lista.

Este seguimiento de contactos ha creado cierta alerta y por responsabilidad individual y precaución son varias las personas que han optado por quedarse en casa hasta no ver como evoluciona la covid-19 en el barrio pamplones. Este es el caso de Saioa Sanzol de 20 años, que a pesar de no haber estado en contacto directo con ningún positivo, ante la alerta de que le llegue "por terceros", ha decidido no salir de casa hasta asegurarse de que en su entorno no hay riesgo directo de contagio.

La sociedad Ezpondapea Elkartea también optó por prevenir en vez de curar y el pasado miércoles 15 de julio envió un comunicado a sus socios alertando del cierre temporal del establecimiento. "Hemos tomado la decisión de volver a cerrar la sociedad. Cuando pase este repunte, valoraremos la situación, haremos una desinfección a fondo y si hay garantías, volveremos a abrir", comunicó la junta de Ezpondapea. Ante la alarma una bajera, situada en la calle Concejo de Sagaseta, cerró sus puertas días antes de que Salud dictase el cierre de piperos y bajeras, según afirmó Aitor de 19 años, miembro de este local.

Uno de los temas más controvertidos y que ha atraido la mirada de varios medios de comunicación a Mendillorri es la publicación compartida en redes sociales que convocaba un partido de infectados vs. negativos dado el gran número de casos positivos del barrio. Tras el revuelo causado y la investigación abierta por la Policía Foral, han decidido compartir una nueva publicación con un partido de los medios vs. la verdad donde aclaraban que era un fake en relación al gran número de confinados. La Asociación Juvenil Bideberri considera que es "una estupidez" haber dado crédito a un fake con tal de "dejar en mal lugar al barrio". También se muestran "indignados" con la imagen que se quiere dar de Mendillorri y afirman que detrás hay una "intencionalidad política". "Nos han puesto en una diana, es una estrategia para ensuciar la imagen del barrio y volver a ponernos en el punto de mira" declaró Xabi Senosiáin, representante de Bideberri. A su vez, los educadores alertan a los jóvenes de que la sociedad ha sufrido mucho durante esta pandemia y que "hay mucha crispación social." La Asociación de Vecinos y Vecinas de Mendillorri junto a Bideberri se juntarán esta semana con asociaciones de jóvenes del barrio para incidir en la importancia de ser cuidadosos con sus mensajes. y también buscar estrategias para defender la imagen del barrio, informó Senosiáin.