- El incendio originado el viernes en Gazólaz quemó 18 hectáreas casi exclusivamente del pinar y fue controlado por los bomberos a las 5.30 de la mañana. Aún así, el Ejecutivo foral decidió mantener un retén en el lugar para vigilar posibles rebrotes del fuego ante las altas temperaturas que se registraron a lo largo del día. Aunque testigos presenciales atribuyeron a un rayo el inicio del fuego, la investigación de la Policía Foral determinará la causa.

Una llamada recibida a las 19.57 horas en el teléfono 112 de SOS Navarra, a la que siguieron numerosas en los instantes posteriores, informaba de que había fuego en un pinar de Gazólaz después de que cayeran varios rayos en la zona, y que avanzaba hacia el término de Arazuri. Mientras tanto, la preocupación era palpable entre los vecinos de la localidad.

Cerca de 50 bomberos procedentes de los parques de Sangüesa, Cordovilla, Trinitarios, Tafalla, Peralta y de la brigada forestal de Estella se encargaron de las labores de extinción que también fueron apoyados por vecinos de la localidad. También participaron el guarderío de Medio Ambiente y Cruz Roja envió una ambulancia que no tuvo que intervenir ya que no hubo heridos. También colaboró la Guardia Civil.

Según expresaron Alfredo y Amaya Andueza, en el pueblo lo vivieron con “bastante susto”, porque hace tres años sufrieron otro incendio que tuvo peores consecuencias para la localidad y entonces “el viento favoreció que llegase al pueblo, pero esta vez el humo si que llegó algo, pero no tanto como la vez anterior”. Además, quisieron hacer una mención especial a la labor de los tractoristas y en especial a la labor de José Javier, ya que ellos estuvieron colaborando por si se movía el cierzo para aminorar las consecuencias del incidente en el pueblo. Mientras, el resto los vecinos empezaron a movilizarse. Algunos comenzaron a “sacar los coches de los garajes, otros empezamos a preparar mangueras por si acaso”, manifestaron.

El fuego avanzó inicialmente con gran rapidez empujado por las fuertes rachas de viento cambiante de una tormenta, cuyas escasas precipitaciones sirvieron para humedecer el ambiente y refrescar algo el combustible vegetal.

Jorge Villaín llegó a Gazólaz tras ser avisado por su hermano. “Vinimos aquí y nos reunimos con los vecinos del pueblo en la plaza, donde se habían juntado todos a observar lo que ocurría”. Tanto él como los Andueza incidieron en la importancia de la limpieza de parcelas. “Hay demasiada vegetación, los árboles están muy juntos, algunos se han caído y ahora está todo seco”, explicó Villaín. Alfredo Andueza destacó la importancia de mantener despejados “sobre todo las cercanías de los pueblos sonde hay matorral que siempre estamos con la incertidumbre de lo que pueda ocurrir”.