- Después del comienzo esporádico del viernes, la comunidad educativa volvió a verse ayer de forma multitudinaria las caras, aunque con mascarilla (obligatoria desde los 6 años y entre los 3 y los 5 años se debe llevar en zonas comunes y en la entrada y salida de centros), en los centros de Infantil y Primaria de la Comunidad Foral.

Es una vuelta a la enseñanza atípica, plagada de protocolos y recomendaciones sanitarias incluso para los más pequeños. Entre los consejos que retumban en los correos electrónicos de padres, madres y profesores en las últimas horas destacan en línea roja aquellos que aluden al alumnado que pueda experimentar algún síntoma compatible con el coronavirus. Por ello, no cesan de recordar que antes de ir al colegio, las familias tomen la temperatura a sus hijos, y si esta es superior a 37ºC, se abstengan de llevarlos. En el colegio, si se estima, le pueden tomar la temperatura al alumno/a y donde se presta especial atención es en el hecho de que el escolar presente síntomas durante las horas lectivas. En tal caso, se enfatiza en los boletines de los centros, "la detección precoz de los casos y su aislamiento, así como la de contactos estrechos, es una de las medidas más relevantes para mantener un entorno de seguridad en el colegio".

Esa capacidad de detección, que en algunos casos debido a la sintomatología previa se ha podido efectuar de manera preventiva antes de que el colegio abriera las puertas, ha conseguido por ejemplo que en los últimos diez días se localizara a más de 200 menores que han dado positivo en covid-19 y que por tanto deben guardar aislamiento en sus domicilios. También, en algunos casos, sus contactos estrechos, algunos de ellos sus hermanos/as, deben también de mantener la cuarentena y por tanto no han podido empezar las clases con normalidad. La tasa de positivos entre los menores de 15 años se disparó el pasado día 4 de septiembre hasta el 23% (44 contagios de los 191 casos), la cifra más alta de las conocidas en dicho grupo de edad. Ayer mismo, suponían un 13% (14 positivos) de los 108 casos totales detectados en las PCR realizadas en todo Navarra. El pasado día 5, cuando se registró la estadística más elevada de toda la pandemia con 265 casos, un 17% de ellos eran menores de 15 años (45 en total). El día anterior habían dado positivo otros 44, un 23% de la cifra total.

El mundo de la infancia es otro de los retos inexplorados de la ciencia que estudia, investiga y trata de aportar claves en torno al coronavirus. Si algo se ha demostrado hasta el mo-mento es que la gran mayoría de los niños pueden superar la enfermedad de manera asintomática, que tienen capacidad de contagio pero que no son supercontagiadores y que ahora están surgiendo como un núcleo que aglutina más positivos debido a que en la punta de la pandemia, allá por marzo y abril, no se les efectuaban pruebas de detección ni seguimiento. Y además, estuvieron confinados durante mes y medio. El director general de Salud del Gobierno de Navarra, Carlos Artundo, ante la vuelta al colegio, aseguró ayer a este periódico que "es inevitable que con estos niveles de circulación del virus vayan a darse casos en los centros escolares. Pero los trataremos de gestionar del mejor modo posible a través de la detección y el aislamiento y, a su vez, se tratará de preservar al máximo la educación de la infancia".

No solo los dos centenares de menores no han podido volver al colegio debido al coronavirus. Además, al menos otros nueve docentes no habían podido incorporarse ayer a sus puestos en colegios e institutos de la Comunidad Foral debido a que eran casos positivos.