- Una concentración, convocada para este martes, día 22 de septiembre, a las 19.00 horas en el Paseo Sarasate de Pamplona, reclamará la abolición de la prostitución. La protesta responde a una serie de acciones que se llevarán a cabo los próximos días en diferentes ciudades del Estado y que han sido convocadas por la plataforma JaiJagat y Desde Abajo, junto con la Casa Cultura y Encuentro en el caso de Pamplona.

En un comunicado, las plataformas organizadoras de la campaña exigen que “la sociedad se posicione y el Estado vele por los derechos humanos en una relación de igualdad hombre-mujer”. También reclaman que “se reconozca que comprar sexo es un crimen contra la dignidad humana”.

Por ello, demandan la abolición de la prostitución, actividad que “consideran “una forma de esclavitud y violencia sexual”. Reivindican igualmente que “se penalice el proxenetismo y la compra de sexo” y en el mismo sentido piden que se adopten “medidas sociales para la protección, acogida y promoción de condiciones dignas e igualitarias para las supervivientes”, así como iniciativas de “disuasión de la demanda”.

En el mismo comunicado, también exigen “protección, prevención y educación afectivo-sexual desde la infancia” con el fin de generar una conciencia de respeto hacia el otro y hacia la protección de los derechos humanos”.

Los colectivos organizadores de estas movilizaciones, lamentan, además, que detrás de la medida adoptada en algunas comunidades autónomas de cerrar los prostíbulos debido a la pandemia del covid-19 “no estaba velar por las víctimas de la explotación de dichos prostíbulos sino por el miedo a que, a través de ellos, nos fuésemos contagiando el resto de la ciudadanía”.

Las organizaciones convocantes afirman que España “es uno de los principales destinos de turismo sexual a nivel mundial”. En este sentido, opinan que la prostitución y la trata “quizás no las percibimos como un atentado contra la dignidad y los derechos fundamentales de esas personas porque es una explotación que afecta fundamentalmente a mujeres (el 90%) que son de otros países” y que “viven en contextos de pobreza, especialmente vulnerables”. La Casa de Cultura y Encuentro es un lugar de encuentro y formación de personas “que quieren plantearse la solidaridad con los empobrecidos”, señala en su web donde destaca entre sus actividades la formación para niños y jóvenes, cursos de manualidades, conferencias y encuentros con familias.