- Trabajadores de comedores escolares y representantes de los sindicatos ELA, LAB, UGT y CCOO se concentraron ayer ante el Departamento de Educación para exigir que eche atrás las medidas impuestas y negocie para paliar la pérdida de puestos de trabajo en comedores. Según informaron, este curso la matriculación de este servicio es inferior al 40% respecto a años anteriores y el sector cuenta con cerca de 2.000 trabajadores, el 90% de ellos mujeres.

La representante de LAB, Berta García, exigió que Educación "eche para atrás las medidas impuestas" y añadió que al imponer la jornada continua, el departamento "no ha tenido en cuenta la de cientos de personas que trabajan en este sector y tampoco que una cantidad de niños muy importante se alimenta de una manera sana y equilibrada gracias a los comedores escolares". Además, subrayó la importancia de considerar el servicio de comedores "como garantía y como parte de la educación, ya que la alimentación es fundamental para que estos niños no sufran cualquier otro tipo de enfermedades".

En este sentido, la representante de UGT, María José Soria, lamentó que "no se ha tenido para nada en cuenta el valor añadido que tiene el servicio escolar" y señaló que "no puede ser que haya familias que tienen miedo de llevar a sus hijos al comedor".

Además, añadió que "las familias tienen que tener la tranquilidad de que en el comedor están en un círculo con ni más ni menos riesgo que pueden tener en un aula o en cualquier otro lado del propio colegio" e incidió en que "es importante que las familias estén tranquilas y que sepan que el comedor es un sitio seguro".

En un comunicado difundido por los sindicatos, manifiestan que dichas medidas de prevención frente a la covid-19 han dado lugar a "incrementos importantes en los precios de comedor, y teniendo en cuenta la situación que están viviendo las familias, se traduce nuevamente en un descenso de comensales, a pesar de que esto suponga serias dificultades para la conciliación". Además, subrayan que la forma en que se ha trasmitido la información "ha ayudado también a que las familias tengan miedo y dudas sobre la incorporación de sus hijos e hijas al colegio y al comedor".