- El impacto de la crisis sanitaria causada por la Covid-19 también se ha hecho notar en las demandas de disolución matrimonial presentadas en Navarra en el segundo trimestre de 2020, que discurre desde abril hasta junio y por tanto el más afectado por la declaración del estado de alarma y la consiguiente paralización de la actividad judicial. Debido precisamente a dicho confinamiento generalizado durante gran parte de ese periodo, las parejas que decidieron romper su vínculo matrimonial han registrado la cifra más baja de las que se conocen en Navarra estadísticas de este tipo. Así, el número de total de demandas de disolución matrimonial -separaciones y divorcios- se redujo en un 40,16% respecto al segundo trimestre de 2019, según los datos recogidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial.

En la última década, la hasta ahora cifra más baja registrada en dicho trimestre fue entre abril y junio de 2012, con 337 disoluciones, y nunca se había bajado de las 300 demandas en este sentido. Por ello, el descenso constatado del segundo trimestre de este año se encuentra cerca del 50% de la media de la última década. Bien podría pensarse que dicho descenso pudiera resultar escaso habida cuenta también de los serios condicionantes existentes en esos días para dirigirse a la Administración de Justicia. En concreto, entre abril y junio se presentaron 11 demandas de separación consensuadas frente a las 18 registradas en el mismo periodo del año anterior, así como cuatro contenciosas, cinco menos que en el segundo trimestre de 2019.

Respecto a los procesos de divorcio, en el periodo analizado se instaron 146 de mutuo acuerdo -el pasado año fueron 232, esto es, un descenso del 37,1%- y 70 no consensuados frente a los 127 del año anterior, un decremento del 44,9%. Asimismo, en el segundo trimestre de este año no se presentó demanda alguna de nulidad matrimonial, según informó el TSJN en un comunicado. Respecto a los partidos judiciales, en Estella se registraron 26 disoluciones matrimoniales, otras 25 se tramitaron en Aoiz, 33 se alcanzaron en Tudela, en Pamplona llegaron hasta las 130 y en Tafalla hubo 17.

Poniendo en relación las demandas de disolución matrimonial del total del año con la población a 1 de enero de 2020, el mayor número de demandas de disolución por cada 10.000 habitantes se ha dado en Canarias, con 5,3. Junto con Murcia, 5,2; la Comunidad Valenciana, 5; Cataluña, 4,9; Islas Baleares, 4,7; La Rioja, 4,6; Andalucía, 4,5; y Cantabria, 4,4, todas ellas superan la media nacional, que es de 4,3.

Las más bajas se han dado en Madrid, con 3,4 demandas de disolución matrimonial por cada 10.000 habitantes; Castilla y León, 3,7; Aragón y Galicia, 3,8; Extremadura y País Vasco, 3,9; y Navarra, Asturias y Castilla La Mancha, 4.

Asimismo, entre abril y junio se iniciaron en la Comunidad Foral 35 procedimientos de modificación de medidas consensuadas y 60 contenciosas, es decir, 95 en total. Por último, en los procedimientos de guardia, custodia y alimentos de hijos no matrimoniales se incoaron 46 demandas de mutuo acuerdo y 67 no consensuadas.

Los especialistas en Derecho de Familia observan que el actual mes de septiembre no pinta tan negro como se preveía, ya que se apuntaba en un principio a que podía darse una avalancha de asuntos que supusieran rupturas matrimoniales, pero la realidad está negando los hechos. En principio, los expertos entienden que la actual incertidumbre laboral y económica, incluso familiar para aquellas parejas con hijos en edad escolar, impide también a las parejas tomar decisiones de esta índole. “La avalancha no ha sido tal porque hay prudencia por esta situación. Hay que ser mucho más cauto para tomar una decisión tan a largo plazo”, afirma la letrada Beatriz de Pablo. En el juzgado de Primera Instancia 10 ratifican que las cifras de divorcios de septiembre no se disparan por ahora y no parece que lo vayan a hacer. Hasta ayer llevaban 84 en todo el mes. En febrero habían tenido 95.

Rupturas matrimoniales

2º TRIMESTRE