- El comercio sufrirá otro varapalo con el cierre de la hostelería, porque los bares y restaurantes mueven clientela de la que posteriormente se benefician estos establecimientos. La restricción horaria de echar la persiana a las 21.00 horas perjudica a las tiendas de los centros comerciales, pero no a la de los barrios que extienden su horario normalmente hasta las ocho de la tarde.

La gerente de la Asociación de Comerciantes de Navarra, Inma Elcano, recordó que a sus asociados no les afectan directamente las medidas anunciadas por la presidenta María Chivite, aunque sí indirectamente, ya que "el comercio y la hostelería son vasos comunicantes". Los bares y restaurantes favorecen el movimiento de público en la calle del que se beneficia el comercio local. "Estas restricciones repercutirán de manera negativa en las ventas", analizó Elcano. Tras el levantamiento del estado de alarma en junio, estos comercios registraron "un volumen positivo de actividad", pero tras los primeros rebrotes en la segunda quincena de julio, la demanda descendió. "Agosto fue flojo", dijo. En cambio, estas decisiones perjudican de lleno a los centros comerciales, en los que tienen que clausurar durante 15 días los locales de hostelería y cerrar los comercios a las 21.00 horas -60 minutos antes-. "Estamos preocupados, porque el comercio y la hostelería se retroalimentan con su clientela", dijo Patxi Biurrun, gerente de Itaroa.