- Les tocó reforzar el servicio de villavesas en horas punta, instalar hidrogeles en el interior, mamparas para los conductores y conductoras, máquinas para pagar en el centro y megafonías que recuerdan de manera intermitente las medidas de seguridad.

Mascarilla -por supuesto- obligatoria, abonos con tarjeta, un único acceso por la puerta del centro y asientos vetados eran hasta hace bien poco la tónica general en un medio de transporte al que le ha costado recuperar cifras de antaño. A principios de mes desde la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona celebraban haber alcanzado los 100.000 pasajes diarios, un “electrocardiograma” que su presidente, David Campión, veía mejorar, aunque todavía al 70% de ocupación respecto a 2019. Ahora la pandemia ha obligado a nuevas restricciones para frenar los contagios con medidas que pasan, entre otras, por reducir al 50% el aforo en las villavesas. Los usuarios demandan más buses y que ni sus horarios ni sus viajes se vean afectados, aunque es algo que se antoja complicado ya que tal y como reconoce Campión, “podemos controlar la oferta pero no la demanda. Y nuestra capacidad de respuesta ya está siendo del 100%”. Estas nuevas limitaciones son un “duro golpe” para el que estudiarán un paquete de medidas.

Ayer muchos usuarios se debatían entre la necesidad de incrementar su seguridad y la de llegar a tiempo a su destino. “Yo creo que es un medio de transporte seguro, pero es cierto que cuando coincide con la salida de los colegios viaja muchísima gente. Y hay quien le dice al conductor que no coja más, o que no se pueden mantener las distancias. Con esta medida los horarios se van a ver afectados seguro”, decía Andrea Giraldo, vecina de Burlada y usuaria habitual de la línea 4, que utiliza para ir a trabajar a Mutilva. Uxue Ardanaz coge la 9 a diario para ir a la universidad. “Es una buena medida, pero si reducen el aforo al 50% tendrán que poner el doble de villavesas porque, si no, no tiene sentido. No podemos entrar a los bares pero hay horas en las que los autobuses van más llenos que en Sanfermines”, criticaba.

También Maider Robles y Ane Unzueta utilizan el transporte público para ir a estudiar. “Y en la uni parece que el covid no existe, sólo en los bares y a partir de las diez. Al principio notaba menos gente en las villavesas pero era por el buen tiempo, ahora van más llenas. La reducción no nos parece bien a no ser que refuercen con más autobuses”, valoraban. Saioa Álvarez confesaba incluso haberse sentido insegura: “Con esto del covid le he cogido más respeto a las aglomeraciones”, decía junto a Nerea Ariz, que demandaba más restricciones. “La gente tiene que seguir yendo al colegio y a la universidad, pero no todos tenemos coches. ¿Sin transporte cómo lo vamos a hacer? No hacemos nada si cerramos los bares pero seguimos yendo al centro comercial”.

Los propios chóferes de villavesas, que indicaban no saber cómo se iba a llevar a cabo esa reducción, asumían que en algunos tramos horarios va a ser un problema. “La gente quiere entrar, ¿y a quién le va a reñir si no puede? Muchos usuarios nos preguntan pero no sabemos nada. Yo creo que si se reduce el aforo el servicio tiene que ir a más porque la demanda va a ser la misma -explicaba Amaia Villanueva, conductora-. Los estudiantes no paran y son los que más utilizan la villavesa”. Su compañero Baudilio Cevallos también ve problemas: “Habrá quien no lo entienda porque el que está en tierra quiere montarse como sea y el que está arriba, que continúe el servicio. Lo que hace falta es que se cumplan las normas, porque algunos se ponen atrás y les da igual lo de la mascarilla”.

Desde la MCP, Campión asegura que la situación “no va a cambiar mucho. Va a haber paradas en las que el autobús no pare porque va lleno o en las que la gente se tenga que quedar sin subir, pero será en pocas ocasiones y en horas punta, que coincidan con la salida o entrada de la universidad o los colegios. Deberían estar escalonadas pero eso ya depende de los responsables de los centros o las empresas”. Explica que un año normal hay 8 autobuses de refuerzo, “hasta octubre eran 14 y ahora son 18 para horas punta, el problema es que no hay más. Pero de los más de 3.000 viajes que se hacen cada día, sólo unos 80 sobrepasan ese 50% de aforo”. Hace una semana, el día 13, el número de usuarios en el TUC fue de 93.428, según datos de la MCP.

“Cada día se hacen unos 3.000 viajes y calculamos que sólo unos 80 sobrepasan el aforo del 50%”

Presidente de la Mancomunidad