pesar de las críticas circunstancias por las que atraviesa la hostelería en Navarra, son muchos los que se acercan a los diferentes locales de la capital a pedir su café mañanero en sus respectivas pausas laborales. Tras las nuevas medidas impuestas por el Gobierno de Navarra, son muchos los trabajadores que recogen, respetando los protocolos de seguridad, su café caliente en los diferentes locales de la ciudad para poder disfrutarlo en la calle. "Menos mal que los negocios se buscan la vida para vender los cafés por la mañana. Si no esto sería un verdadero desastre. Hay mucha gente que come y vive gracias a la hostelería". Explicaba Ana Esparza a pocos metros del bar PIKO.TEO.

En el centro de la ciudad, en la Plaza del Castillo, encontramos a la joven pamplonesa Rosa Abad con su dulce de chocolate y café caliente en ambas manos. En su semana de clases impartidas vía online, al no poder hacerlo en su terraza favorita, disfruta de su café vespertino en la calle. "Siempre que puedo me acerco al centro de la ciudad para tomarme mi café en alguna terraza. Prefiero disfrutarlo en algún bar que en casa, pero con esta situación me veo obligada a tomármelo en la calle. No creo que sea un grave problema para el consumidor, pero si para el hostelero. Entiendo que en lugares cerrados haya más probabilidad de contagio, pero se podrían barajar diferentes alternativas". Rosa destapa el café caliente que lleva en su mano. "Es una situación complicada, tanto como sacar la tapa", bromeaba la joven.

A pocos metros de ella, en un banco cercano al Palacio de Navarra, se encontraba Ana Rodríguez, que consume su café caliente. "No entiendo porque tenemos que consumir en la calle. En los bares ya existían medidas de higiene y prevención para que no existieran nuevos contagios. Han cumplido todas las normativas y han acabado siendo los primeros señalados." Ana, decidida, le da un sorbo al café con tapa que tiene entre sus manos aprovechándola como fuente de calor: "La hostelería lo está pasando mal, no solo los negocios, sino familias enteras que viven de la hostelería. Esto es una cadena, no solo influye a los hosteleros".

Y es que en la ciudad de Pamplona son varios los locales abiertos para ofrecer sus productos a la población en sus pausas laborales. Pero a pesar de esto, dueños y trabajadores ven día a día una disminución considerable de clientela. La trabajadora Natalia Cruz de la Panadería Arrasate, con sus 25 años en el sector, explica que "por las mañanas podemos llegar a servir hasta 100 cafés. Existen horas punta como las 10:30 y 11:00 como son los descansos laborables, pero aún así hemos notado un descenso considerable de trabajo.

En una de las entradas a la Plaza del Castillo, nos encontramos a Karmentxu, una mujer jubilada que explica desde el optimismo la situación. "A cambio de nada, es mejor tomar el café en la calle. Por el momento no podemos permanecer dentro de los bares y locales que sirven café, pero esta medida no creo que dure mucho más. Sino tendremos que ponernos un jersey más en cuanto llegue el invierno." Respira alegre y risueña. "Lo único que me preocupa es que los trabajadores lo van a pasar mal, pero si entre todos tiramos hacia delante, saldremos de esta. Los hosteleros son los primeros en pagarlo".

Lejos del centro de Pamplona, a pocos metros de la Universidad de Navarra, se encuentra Ignacio Arroyos con Santiago Tobajas en un banco frente al Horno Artesano de Iturrama, ambos con un café caliente acompañado con un pequeño dulce. "Es una lástima. Siempre acudía horas antes de un examen a tomarme un café dentro del local, ahora con las restricciones mi amuleto de la suerte se viene abajo. En esta época es cuando más acudía, pero hay que mirar hacia adelante" suspira Ignacio mientras toma un sorbo de su café vertido en un plástico reciclable. "Creo que esto va a salir bien, dentro de poco podremos disfrutar de lo que más nos gusta: reunirnos con nuestros amigos y familiares y poder seguir con la naturalidad que tanto añoramos", explica Santiago. "Es cierto que gracias a las medidas impuestas somos menos los jóvenes que salimos a la calle. En vez de ir a tomar por las mañanas el café o incluso tomar una cerveza por la tarde, nos quedamos en casa. Somos conscientes de lo que está ocurriendo y estas medidas acompañan a no realizar actividades fuera de casa"

A pesar de las circunstancias que padecen los ciudadanos navarros, son muchos los que combaten junto a la hostelería la covid-19 con las medidas de protección adecuadas. "Saldremos de esta" es la frase más utilizada por todos.