En lo que va de año la Policía Foral ha tenido que activar el protocolo de suicidio en 18 ocasiones, un servicio que califica de "durísimo" y que se hace "con empatía y respeto".Este es el mensaje que el cuerpo autonómico ha dejado en su twitter con motivo del Día Internacional de Superviviente del Suicidio, fecha en la que la asociación Besarkada-Abrazo, de personas afectadas por el suicidio de un ser querido en Navarra, ha pedido señala "un abrazo emocional" cuando la pandemia "intensifica la profundidad del trauma".

Y ha reivindicado "la importancia de terminar con el silencio y el tabú" que rodea a la principal causa de muerte externa en el mundo.

Este año, dice en un comunicado, la covid-19 ha multiplicado las necesidades del colectivo y ahora , precisa Besakad, "nos encontramos en medio de una vorágine desestabilizadora donde la compañía y la presencia de nuestra familia y amistades está muy limitada".

Esto, añade, "dificulta enormemente la gestión de los muchos desequilibrios psicológicos que se están produciendo, algunos, tras la muerte", y advierte que "la soledad intensifica la profundidad del trauma".

Además, los últimos datos conocidos por el Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses señalan que, "pese al descenso de los suicidios durante el confinamiento, la desescalada multiplicó estas muertes por dos".

En este sentido precisa que la media de las últimas dos décadas apunta a una muerte por suicidio a la semana y, según los últimos estudios, "cada uno de estos fallecimientos puede afectar en distinto grado de exposición emocional hasta a 135 personas, los llamados supervivientes".

Los mismos estudios indican que "las percepciones de cercanía al difunto casi duplicaron las probabilidades de depresión y ansiedad y casi cuadriplicaron las probabilidades de trastorno de estrés postraumático".

Por ello, y por los efectos de una "pandemia extenuante", Besarkada-Abrazo recalca que con "tantas dificultades para el abrazo físico, es importante brindar un abrazo emocional" y por ello hoy ha convocado un encuentro virtual.

"El abrazo nos une, nos da fuerzas, nos consuela, impulsa, descansa, nos cura, nos hermana, nos permite crecer, continuar adelante", dice, y subraya su deseo en este aislamiento sanitario de transmitir "un mensaje de esperanza: no es fácil, pero se puede volver a vivir".

En esta vía, Besarkada-Abrazo ha querido ofrecer un espacio físico a todas las personas interpeladas de manera directa o indirecta por el suicidio y bajo el título 'Voces del Silencio' ha organizado una exposición que se podrá visitar desde el 25 de noviembre hasta el 8 de diciembre en la Casa de Cultura de Zizur Mayor.

El objetivo es promover el diálogo sobre el suicidio a través del arte, explica, y añade que en este año tan complicado por la pandemia "es fundamental explicar a la sociedad que cualquiera puede pasar por esto, es fundamental contar con espacios que den visibilidad".