La Policía del Estado de Australia del Sur está investigando a un ciudadano español positivo por covid-19 cuya mentira a los rastreadores que trataban de averiguar el origen de un brote en la ciudad de Adelaida provocó el confinamiento más estricto del país. La Policía no descarta su deportación a España.

Según informó ayer el periódico The Australian, el hombre de 36 años, cuyo visado caduca en diciembre y cuya identidad no revela, es empleado de un hotel en el que el pasado fin de semana se detectó un brote de covid, pero mintió a los investigadores al ocultar que también trabajaba en una pizzería.

El primer ministro de Australia del Sur, Steven Marshall, aseguró el viernes que de no ser por esa mentira, que desorientó a los investigadores, este estado de 1,7 millones de habitantes no hubiera decretado un confinamiento de seis días, anulado el viernes al destaparse el engaño.

Las autoridades creían que el investigado se había contagiado de covid-19 al comprar una pizza en el restaurante, pero descubrieron que en realidad trabajaba allí como ayudante de cocina, además de ser vigilante de seguridad en un hotel en el que se detectó un brote.

Los investigadores tratan de averiguar cómo el trabajador, ahora en cuarentena, pudo confundirles hasta hacerles decretar el confinamiento más duro en el país hasta el momento, con la prohibición desde el miércoles por la noche de hacer ejercicios al aire libre y pasear a las mascotas. “Es importante que mi investigación sea minuciosa y justa. Y miraremos qué leyes ha podido romper”, afirmó el subcomisario Peter Hardy a los medios locales.

Los habitantes de Australia del Sur -que acumula 553 casos desde el inicio de la pandemia, incluyendo 4 fallecidos- pueden desde este viernes reabrir todos los negocios.