- El parón económico causado por la covid-19 ha golpeado con dureza a la juventud, que aún no se había recuperado por completo de la anterior crisis económica, de tal forma que en el primer semestre de este año solo un 17,3% de los jóvenes estaba emancipado del hogar familiar, el peor dato desde 2001.

Y es que los jóvenes han sufrido el paro en mayor medida que el resto de la población, con una bajada de la ocupación y una caída en picado de la contratación, lo que dificulta aún más el acceso a la vivienda que, pese a la crisis, no ha reducido su precio.

Son algunas de las conclusiones de la última edición del Observatorio de Emancipación Juvenil del Consejo de la Juventud de España (CJE), correspondiente al primer semestre de 2020 y el primero que recoge cómo ha afectado la crisis generada por la pandemia en la situación socioeconómica de las personas jóvenes en España.

A diferencia de la anterior crisis que fue gradual, la de ahora ha llegado "de golpe" y ha afectado a la población que ya era más vulnerable, como los jóvenes, ha subrayado Joffre López, sociólogo, profesor de la Universidad Autónoma de Barcelona y encargado de realizar el informe.

El estudio precisa que en los seis meses que separan el cuarto trimestre de 2019 y el segundo trimestre de este año, la tasa se ha reducido en un 1,3% y habría que retroceder hasta 1988, más de tres décadas atrás, para encontrar una disminución mayor.

Pero la caída no ha afectado por igual a todas las comunidades autónomas: hay tres en las que no ha bajado. Se trata de Canarias, lo que se explica por el aumento de inmigrantes que ya vienen emancipados; La Rioja, cuya muestra es muy pequeña para ser significativa; y Baleares, donde ya había caído de forma importante en 2019, ha explicado López.

Cataluña está por encima de la media en emancipación juvenil y Andalucía se sitúa a la cola, una posición en la que nuca había estado.

Mientras que en Suecia la edad media de emancipación es de 17,8 años, en España se sitúa en 29,5 años.

El estudio constata que la pandemia ha afectado especialmente al mercado laboral de las personas jóvenes: actualmente solo 3 de cada 10 tienen un empleo y, de ellos, al menos un tercio se encuentran en ERTE.

En cuanto a la tasa de paro juvenil, dobla la del resto de la población: 30% entre 16 y 29 años. La tasa de inactividad laboral ha alcanzado el 52%, la cifra más alta desde 2002, año en que se empezó a recoger dicho dato.

Como consecuencia, los jóvenes se encuentran cada vez con más dificultades para acceder a una vivienda.

El salario medio es de 973 euros al mes, lo que significa que un joven tendría que destinar el 93% de su sueldo al alquiler si quisiera vivir de manera independiente.