- El personal sanitario y sociosanitario recibió ayer una "merecida" Medalla de Oro de Navarra-Nafarroako Urrezko Domina por su "infinita generosidad", pero también por su profesionalidad y humanidad durante la pandemia de la covid-19, al poner su "trabajo, pero también su propia vida, al servicio de los demás", destacó la presidenta, María Chivite, quien reconoció que los alrededor de 19.000 profesionales de estos dos ámbitos se enfrentaron al trabajo "no siempre en las mejores condiciones", pero lo hicieron con "un afán de servicio que les honra". En el acto central del Día de la Comunidad Foral, una ceremonia que se celebró en el Salón del Trono y que estuvo marcada por las limitaciones a las que obliga el coronavirus, Chivite transmitió a los galardonados que deben "sentir la satisfacción del deber cumplido, del servicio prestado con la máxima calidad, de las vidas salvadas y de las vidas que se apagaron, pero se fueron con un acompañamiento por vuestra parte profundamente humano".

En representación del personal sanitario y sociosanitario, recogieron la máxima condecoración de Navarra el médico Carlos Ibero, coordinador de la atención en las plantas covid-19 en el Complejo Hospitalario; la enfermera Ana Ariztegui, jefa de cuidados asistenciales y atención domiciliaria en Atención Primaria; y Amaya Iriarte, cuidadora de la residencia Virgen de Jerusalén, de Artajona. A ellos y a todos sus compañeros, Chivite agradeció "el trabajo realizado", el que hacen y el que seguirán desarrollando, y sostuvo que son "un orgullo para todo el pueblo navarro". Un reconocimiento que la presidenta quiso hacer extensivo a todos los sectores que han sido "imprescindibles para que las cosas funcionen, para que se garantizara el abastecimiento de productos y servicios": personal de logística, emergencias, seguridad, limpieza, atención al cliente y voluntariado.

El acto, al que asistieron el presidente del Parlamento foral, Unai Hualde, el delegado del Gobierno, José Luis Arasti, los vicepresidentes Javier Remírez y José Mª Aierdi, las consejeras de Salud y Derechos Sociales, Santos Induráin y Carmen Maeztu, y el presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, Juan Carlos Castillo, comenzó con la interpretación del Himno de Navarra. A continuación, tomó la palabra Juan Carlos Laboreo, presidente del sindicato Afapna, entidad que propuso la candidatura, para reconocer que el colectivo sanitario y sociosanitario "estaba destinado" a recibir la Medalla este año, marcado por la covid-19. "Esta pandemia nos ha hecho ser conscientes de lo frágiles que somos. Pero también nos ha hecho cambiar nuestra valoración de lo material y de los sentimientos; nos ha hecho ver que trabajando juntos somos más fuertes; nos ha hecho ver que lo material es efímero, pero los sentimientos, eternos", afirmó. Por ello, pidió que este reconocimiento vaya acompañado "de un compromiso de todos los navarros de que vamos a ser más prudentes, porque si evitamos los contagios o, al menos los controlamos, sabemos que ese será vuestro mejor regalo y reconocimiento". Tras referirse a estos profesionales como "nuestro oro", pidió al Gobierno foral que "no los dejen escapar" y que "los protejan".

Así, una vez que la presidenta entregó la Medalla a Ana Ariztegui, que estaba flanqueada por sus compañeros Ibero e Iriarte, fue el turno de los galardonados. El primero en hablar fue Carlos Ibero, que agradeció "enormemente" la distinción, que consideró un reconocimiento a "todos los profesionales que desde sus respectivos ámbitos de influencia procuran de forma anónima la mejor atención posible". Recordó a las personas fallecidas y enfermas y expresó su agradecimiento a la población, "que ha entendido la dimensión del problema y que han adoptado las medidas de prevención". Tras incidir en la importancia de integrar en nuestro día a día hábitos de vida saludables, el facultativo se emocionó al insistir en que "atendemos enfermos y no enfermedades. Cada persona es única, valiosísima, debemos preservar su dignidad y valores, no centrar la atención meramente en una cifra o en la esfera biológica, sino en su dimensión psicológica, deseos, familia...". Por todo ello, apeló a la responsabilidad individual, porque "de la conducta de cada uno depende la salud de los demás", pero también a la colectiva y, para ello, animó a "seguir en la línea de proveer que dispongamos del tiempo y los medios necesarios para procurar mejorar la salud y la calidad de vida en Navarra". Y es que la lucha contra el coronavirus no ha terminado.

Para la enfermera Ana Ariztegui, con este galardón se reconoce "la dedicación, atención y el trabajo realizado por todos los profesionales a lo largo de estos meses", en los que han sufrido un "tiovivo de sentimientos". Afirmó que "cuando al esfuerzo realizado por todo el personal de las instituciones sanitarias y sociosanitarias (médicos, enfermeras, técnicos administrativos, celadores, limpieza, lavandería, cocina, mantenimiento, gerocultores...) se acompaña de la actitud responsable de la ciudadanía, es cuando los resultados mejoran notablemente". Por ello, instó a "ser responsables por nosotros y por nuestras familias", porque "cada uno de nosotros, con gestos como ponerse la mascarilla, guardar la distancia, no juntarse con mucha gente, contribuye a que el riesgo de contagio sea menor, a que nuestra situación económica mejore, a que el sistema de salud no colapse, a que haya menos fallecidos".

Finalmente, la cuidadora Amaya Iriarte destacó la "profesionalidad" e "ilusión" de los más de 3.500 trabajadores de la comunidad sociosanitaria, porque "somos muchas las personas que dedicamos nuestra vida profesional a cuidar. Lo hacemos con gusto, cariño y empatía, aceptando incondicionalmente a las personas que nos confían sus vidas. Lo hacemos con la autenticidad de quienes creen en un sector que evoluciona hacia la creación de espacios de convivencia más cálidos, confortables y seguros". Tras señalar que "el sector de la dependencia debe contar con recursos suficientes, normativas actualizadas y apoyos institucionales", recordó a las personas residentes del sector de la dependencia, discapacidad y salud mental y a sus familias, a los que, a su juicio, "debemos dar la Medalla de Oro porque han demostrado una valentía, fortaleza y talante digno de mención".

Menos público. La entrega de la Medalla de Oro se adaptó al nuevo escenario generado por la pandemia de la covid-19. Con menor afluencia de público, se optó por el Salón del Trono para la ceremonia.

Música de Iván Carmona. Iván Carmona, premio a la Promoción del Talento Artístico 2020, se hizo cargo de la parte musical durante el acto central del Día de Navarra. Abrió la ceremonia con el Himno de Navarra, interpretado con el violonchelo. Tras la entrega de la Medalla, tocó Minueto y Giga, de la Suite nº 1 en sol mayor, de J. S. Bach. El broche final lo puso con el estreno de su obra Life.

19.000

El galardón recae en los alrededor de 19.000 profesionales del ámbito sanitario y sociosanitario.

"Cada persona es única, valiosísima, debemos preservar su dignidad y valores"

Médico coordinador de plantas covid-19

"Cada uno de nosotros contribuye a que el riesgo de contagio sea menor y haya menos muertes"

Enfermera y jefa Cuidados Asistenciales

"El sector de la dependencia debe contar con recursos suficientes y normativas actualizadas"

Cuidadora de la Residencia de Artajona