- Año nuevo, vida nueva. El refrán español cobra más sentido que nunca y se extiende a toda la zona euro en la transición de este 2020, marcado por el coronavirus, a un 2021 que se vislumbra más esperanzador con las vacunaciones que Bruselas quiere poner en marcha el 1 de enero. Hungría, por su parte, se ha desmarcado de los plazos de la Agencia Europea del Medicamento (EMA por sus siglas en inglés) y ha priorizado la implantación inmediata de la inoculación rusa Sputnik V ante las de las farmacéuticas Pfizer y Moderna. De este modo, el Gobierno del primer ministro húngaro Viktor Orbán se habría decantado por un medicamento excluido de las opciones adquiridas por Bruselas. La EMA advierte de que esto supondría el “suministro de un medicamento sin licencia” y estaría solo “bajo la responsabilidad” del país.

Esta vía es similar a la que ha tomado el Reino Unido, aunque valiéndose del brexit para gestionar sus propios tiempos. Respecto a la Unión Europea, el Gobierno británico ha acortado tanto los plazos que, de hecho, los ha suprimido y espera empezar a vacunar a la población en cuestión de días. Es más, espera que en las próximas horas disponga de las dosis necesarias para la primera fase de vacunación, que incluye a toda la ciudadanía con más de 80 años, ancianos residentes y sanitarios de unos 50 hospitales de todo el Reino Unido.

Aunque no la ha autorizado la EMA, las autoridades europeas han confirmado que Budapest podrá suministrar la vacuna Sputnik V de Rusia, que Moscú asegura que tiene más de un 95% de eficacia, y cuesta menos de 10 dólares por dosis. Hungría es el primer país del bloque comunitario que recibió diez muestras del fármaco ruso para analizarlas, en un contexto de distanciamiento respecto a Bruselas, con un veto a los presupuestos comunitarios para tratar de condicionar su futura aprobación a que Europa sea más laxa a la hora de denunciar las violaciones de derechos humanos por las políticas de Orbán.

La vacunación de ciudadanos húngaros con una inyección no acreditada por las autoridades científicas europeas estaría regulada por la “legislación local, en virtud de programas nacionales de emergencia”, un mecanismo que, de ninguna manera, permite u ofrece la posibilidad de usar esta vacuna a nivel de la Unión Europea, alerta la EMA. Aun así, “el suministro temporal de medicamentos no autorizados en el contexto de una amenaza para la salud pública” sí que está permitido, señaló un miembro de la propia EMA.

En todo caso, la normativa europea sólo prevé la “distribución de fármacos no autorizados en base a la legislación nacional vigente”. Así, el uso de Sputnik V en Hungría estará “siempre bajo responsabilidad del Estado” y se considerará en todo momento un “suministro de un medicamento sin licencia”, señala la EMA, como una disposición “muy importante” que las autoridades húngaras deberán tener presente.

Cualquier medicamento o vacuna nueva que se quiera comercializar o usar en algún país de la Unión Europea deberá estar autorizado a nivel comunitario o nacional. Hay dos formas de obtener esa licencia de distribución: un procedimiento centralizado a través de la EMA, que permite obtener una única licencia de comercialización válida en toda la UE, o la vía no centralizada, en la que cada país autoriza de forma individual y a través de procedimientos nacionales el uso del medicamento.

España sale de la situación de riesgo extremo tras más de un mes. El país llevaba en la escala de peligro más alta desde el 27 de octubre, cinco días después de que se creara el semáforo de riesgos. Ayer, la incidencia bajó de 250 por primera vez desde el 14 de septiembre.

240,89

Es el indice de contagios por cada 100.000 habitantes notificados en los últimos 14 días.

10.127

Con este dato, el número de contagios confirmados durante toda la pandemia sube hasta 1.675.902.

254

Ya son 46.038 las víctimas mortales con coronavirus confirmado previamente.

25,28%

Es el porcentaje de camas de cuidados intensivos ocupadas por la covid, mientras la presión hospitalaria general se sitúa en el 10,53%.

- La Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió ayer un comunicado en el que desaconsejó el uso de mascarilla durante la práctica de deporte de manera intensa “porque pueden reducir la capacidad de respirar cómodamente”. Aunque mantiene este artículo como un elemento básico para hacer frente a la pandemia, junto al lavado de manos, el distanciamiento social y la ventilación de espacios cerrados.

Desde que se decretó el uso obligatorioi de mascarillas, la duda sobre si era apropiado mantener la norma a la hora de realizar ejercicio intenso era una incógnita. Por un lado, la mayor fuerza de la respiración durante el ejercicio suponía una razón de peso para decantarse por su uso. Además, varios estudios señalaron la peligrosidad de correr en fila sin mascarilla, porque las partículas con coronavirus quedaban suspendidas en el aire y podían entrar en contacto con las del siguiente corredor, que, al ir a más ritmo, alcanzaba su ubicación en menos tiempo que un viandante.

No obstante, por otro lado, un informe pionero desarrollado por el centro de investigación catalán Àptima Centre Clínic Mútua Terrassa demostró ya en mayo que el uso de mascarillas durante un ejercicio de mayor intensidad que caminar disminuye la disponibilidad de oxígeno en un 4% de media y multiplica por 20 los niveles de CO2 aspirado. Por ello, los autores consideran preferible mantener la distancia a llevar mascarilla a la hora de hacer deporte.

“La medida preventiva más importante durante el ejercicio físico consiste en mantener el distanciamiento de mínimo un metro y asegurar una buena ventilación”, afirma la OMS. “Si la actividad tiene lugar en el interior debe haber en todo momento una ventilación natural adecuada o un sistema de ventilación que funcione correctamente en todo momento”, precisa.

Asimismo, el organismo recomienda prestar especial atención a la limpieza y desinfección de las superficies y propone el cierre temporal de los gimnasios que no puedan garantizar las condiciones adecuadas de ventilación, distancia y desinfección.