l plan inicial de Víctor Gambarte era abrir en marzo, ocho meses después de que la riada se llevara por delante su negocio, sin embargo, la pandemia retrasó aún más la vuelta del Asador Brasas, el conocido restaurante en el centro de Tafalla. En mayo, cuando la hostelería pudo abrir al 30%, Gambarte inició la actividad en su tradicional comedor. La nueva normalidad y la apertura duraron lo que el verano, y en octubre volvieron a echar el cierre.

Ayer el asador volvió a abrir su comedor interior, que con el aforo al 30% tiene una capacidad para 51 comensales, distribuidos en mesas de cuatro a seis personas. Los primeros pasos tras la vuelta de la segunda ola llegan a Gambarte con alegría “y muchas ganas de trabajar”, aunque también con cierta expectación ante las últimas noticias.

“No estamos tranquilos del todo, vemos cómo se desarrollan las cosas y estamos algo asustados por si se decide volver a cerrar ante la nueva tendencia de contagios”, apunta Gambarte. Aunque todavía hay huecos libres, el restaurante ya cuenta con reservas para este primer fin de semana de regreso. “También esperamos a clientes habituales y a personas que vengan de paso”, esgrime. Para esta navidad el restaurante ha cambiado sus planes habituales y, al contrario que en otras ocasiones, abrirá las puertas y servirá comidas y cenas durante las festividades. “Normalmente cerrábamos para que todos disfrutáramos de nuestras familias, pero como no se va a poder, hemos decidido abrir”, comenta Gambarte, y añade que, además, “ya hemos estado mucho tiempo sin trabajar”.