Después de detectarse 22 positivos en un primer cribado realizado este pasado martes en Irurtzun, que se sumaban a 26 previos, ayer se registraron 6 nuevos casos en las 510 pruebas realizadas en el polideportivo. Esta cifra suponía alcanzar el 72,85% de las personas que en principio habían sido convocadas para la realización de las pruebas, un total de 700 que oscilaban en el rango de edad de entre 30 y 49 años. “Los y las irurtzundarras han demostrado una gran responsabilidad para con el pueblo. La participación ha sido todo un éxito”, destacó Aitor Larraza, el alcalde Irurtzun, uno de los voluntarios que participó en el dispositivo que habilitó el departamento de Salud.

“Con estos, mañana (por hoy), hablaremos con los responsables del departamento. En un principio parece que los datos son buenos y que no habrá que tomar medidas adicionales”, apuntó.

Lo cierto es que había cierta preocupación en Irurtzun, después de conocer que un brote focalizado en un ámbito familiar con reunificaciones sociales y escolares, con nueve aulas confinadas en el colegio público Atakondoa. “Con el primer cribado se quiso atajar el brote y con el segundo acotarlo con más precisión y tranquilizar a la población”, observó el alcalde. En el primero estaban convocadas en torno a 150 personas, algo más de la mitad, 79, se realizaron la prueba.

TEST ANTÍGENOS El dispositivo de ayer se puso en marcha de 9.30 a 14.30 horas por la mañana y también por la tarde, de 15.30 a 19.30 horas, con cita previa y con diferentes medidas para evitar la propagación del virus. Eran test de antígenos y en una hora se sabían los resultados y sólo se avisó a los casos positivos, 60 largos minutos para algunos a la espera de un mensaje o llamada no deseados. “Estos tests tienen muchas ventajas sobre la PCR, sobre todo por su rapidez”, apuntó Pilar Sola, del servicio de Urgencias Hospitalarias. Asimismo, es una prueba menos invasiva, ya que solo es necesario un bastón o hisopo y tomar una muestra de la mucosa. Después se coloca el algodón con la muestra en una tarjeta, dónde los reactivos desvelan si es positivo y negativo, con una media de espera de 15 minutos.

Si bien no es lo común realizar dos cribados, explicó que el objetivo último es controlar más el foco. “En el primero salieron muchos positivos y se decidió hacer una ampliación”.

Con sus características especiales, por el origen, impacto y extensión del brote inicial, la estrategia a través de test antígenos para cribar a la población de Irurtzun forma parte de la hoja de ruta de Salud para abordar las zonas con alta incidencia de casos. Así, en las últimas fechas, también se había efectuado un cribado similar en Viana tras un gran brote en la residencia que afectó también a vecinos y se realizaron pruebas masivas a mayores en Valtierra y Cascante.