Los positivos acumulados durante la semana del 14 al 20 de diciembre en Navarra, que tocaron techo este domingo con solo 58, recuperaron la tendencia a la baja, que se había roto en la semana anterior, y en esta ocasión sumó 555 positivos, a una media de 79 casos diarios. Supone una considerable rebaja, de hasta medio centenar de infecciones respecto a las detectadas la semana anterior del 7 al 13 de diciembre, cuando se registraron 605 positivos. Porcentualmente, los contagios han descendido un 8,2% y de esta manera se recupera la tendencia a la baja que se había observado desde finales de octubre.

De hecho, la semana del 7 al 13 de diciembre fue la primera en la que se observó un repunte en las infecciones después de cinco semanas consecutivas de descenso. En este balance todavía no ha tenido consecuencias en forma de infecciones, en caso de que las hubiera, la apertura parcial de interiores de la hostelería decretada el 17 de diciembre y el resto de medidas que aumentaban aforos en diversos sectores y actividades.

Es lógica la contribución a este descenso en los contagios que han tenido las duras medidas restrictivas que impuso Navarra a lo largo de la segunda ola, pero la semana pasada se observaba con incertidumbre la evolución de los casos positivos en coronavirus habida cuenta que ya empezarían a tener efecto la flexibilización de medidas que hubo en los puentes forales.

Por ahora, los positivos tuvieron un pequeño repunte en esos siete días, pero han vuelto ahora con los casos conocidos de este domingo a un descenso, sin obviar que los especialistas del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra siguen recordando que la situación de infección se encuentra "en un frágil equilibrio".

Ya advirtió la consejera de Salud del Gobierno de Navarra, Santos Induráin, que la estabilización en torno a la infección situaba a Navarra en un rango de 100 casos de media diaria y en una tasa de incidencia acumulada a 14 días por 100.000 habitantes que se situaba en los 200. Por ello, Induráin aludía que habían observado la verdadera dificultad para rebajar dichas cifras pese a las restricciones impuestas, en forma de limitaciones a la movilidad y del tránsito nocturno.

Parece que podía haber un cierto margen para rebajar ese suelo, aunque la inminente llegada de las Navidades, la mayor interacción y movilidad que va a conllevar, figura en todos los pronósticos como un factor decisivo para que los contagios aumenten.