- Menos demanda y raciones más pequeñas. Las restricciones fijadas para las celebraciones navideñas, diez personas como máximo, también afectan en Navarra a las empresas de catering y a los restaurantes que ofrecen menús y comidas especiales para estos festejos. "En los últimos años teníamos muchos clientes, familias grandes que se reunían en casa de los abuelos, y nos encargaban cenas y comidas para Navidad. Pero este año no se pueden reunir", explica Maite Montes, encargada del establecimiento de catering del mismo nombre, sito en la calle Tafalla de Pamplona. "Tenemos menos encargos y lógicamente las raciones son más pequeñas".

En los últimos años, la opción de encargar las comidas y cenas navideñas a una empresa de catering o a restaurantes estaba ganando fuerza en Navarra. Y es que muchas familias preferían disfrutar de estos días en lugar de pasarlos encerrados en la cocina. "El año pasado llegamos a dar 400 cenas de Nochebuena, lo que nos permitió cerrar a precios más bajos con los proveedores y poner precios competitivos a nuestros menús por 38 euros y otras ofertas como asados para llevar (cochinillo o cabrito), platos para calentar o servir u otras opciones de carta", recuerda Luis Salcedo, jefe de cocina del restaurante Remigio, de Tudela. "Llevamos años trabajando mucho y con las perspectivas de Navidad he sacado a mucha gente del ERTE pensando en la comida para llevar porque con lo del aforo del 30% en interiores no da para nada", afirma Salcedo. Ahora bien, dado que tiene las instalaciones en obras y se ha trasladado a un local más pequeño, no tiene pensado hacer más de 100 cenas. "Prefiero dar bien 100, que mal 300. Me pasó el primer año y no puedes dar un servicio al que no llegas", asegura. El menú previsto para Nochebuena es ensaladilla de merluza y gambas, milhojas de foie piña y queso de cabra, pimientos rellenos de centollo, ajoarriero con piquillos y caracoles o carrillera estofada.

Otros años, para estas fechas, las empresas y restaurantes ya habían recibido multitud de consultas y reservas. "Este año la cosa está muy tranquila. No sé si por las dudas sobre las medidas restrictivas, si hay miedo... pero hasta ahora no tenemos muchas reservas", explican desde el restaurante Uslaer, en la Rochapea de Pamplona, que en estas Navidades sólo van a ofrecer comida para llevar. "Otros años solíamos dar comidas en el local pero este año nos vamos a limitar a pedidos a domicilio", afirman. La fecha límite para realizar los encargos es el miércoles 23 y la oferta especial para Navidad está en su web.

Los asados es un clásico navideño y AsadosLabea un referente en la capital navarra. "Llevamos 25 años ofreciendo este servicio y tenemos más o menos las mismas reservas, quizá algo menos pero bueno aún quedan algunos días. Lo que sí se nota es que los pedidos son más pequeños ya que antes nos pedían más cantidad porque las reuniones eran más multitudinarias y ahora nos están pidiendo asados para 6-8 personas", explica una de las encargadas Maite Galáin.

El establecimiento de catering Maite Montes también percibe menos movimiento. "Otros años en cuanto termina el puente de la Constitución comienzan las llamadas y reservas. Teníamos clientes, de familias que se juntan 20 o 30 personas, que encargaban platos y este año no se pueden reunir", reconoce Montes y añade que "tenemos encargos grandes para algún colegio mayor y después las reservas que tenemos son más pequeñas, como para seis personas. Un pavo, medio cordero...". Este local, que ofrece platos de lo más variados, recuerda que "hacemos una cocina de mercado, del día a día, así que podemos apurar los encargos ya que llamamos a los proveedores y nos los traen enseguida".

La pandemia ha obligado a muchos establecimientos a dar un giro a sus negocios. Andoni San Juan Moreno, que regenta el restauranteBorrasco, en Lerín, lo tiene claro. "Teníamos que reinventarnos o cerrar", afirma. En años anteriores, este restaurante solía hacer un único plato para llevar, espárragos rellenos, pero en esta ocasión ha optado por preparar un menú especial para los cuatro días clave de Navidad. "Hemos querido mover el negocio y facilitar a la gente para que pueda comer o cenar en casa sin tener que salir a hacer la compra", explica Barbarin. Un menú de 44 euros compuesto por un cóctel de marisco, bogavante a la plancha, espárragos rellenos, crepe de txangurro sobre salsa americana y corderico asado. Como postre un sorbete de turrón jijona. En la promoción también entra el vino ya que el restaurante regalará una botella de vino Sardasol de Lerín por cada dos comensales. "De momento tenemos varios pedidos tanto para las noches del 24 y del 31. También tenemos tres tipos de bonos diferentes que sirvan de regalo en Navidad".

La cocinera Carol Ágreda, cuya marca en internet es La Cocina de Carol y tiene un obrador en Ayegui, estaba orientado a las comidas y cenas de 200 personas y a bodas multitudinarias. "Esto ha desaparecido y he tenido que reorientar mi negocio", explica Ágreda. Su oferta se dirige ahora a grupos pequeños. "La gente se casa en grupos pequeños con sus allegado y yo me encargo de prepararlo todo", remarca esta cocinera, que reconoce que "si hay algo que he aprendido en esta etapa es que mi trabajo tiene que ir hacia la personalización. Para Navidad, Ágreda ha dirigido su propuesta hacia los encargos para las cenas del 24 y 31 de diciembre, además de la noche de Reyes, también para las comidas del 1 y 6 de enero. Uno de los productos que más éxito tiene es una cajita de pintxos, que ha funcionado muy bien durante el confinamiento. Se trata de cuatro pintxos y un quinto de postre dulce. Esta oferta, que deberá recogerse en su obrador de Ayegui, cuesta en Navidad 15 euros "debido a que utilizo marisco y otros ingredientes que están más caros".

Durante el tiempo en el que la hostelería ha estado cerrada, el gastrobarBuenosAires, sitio en la calle Olite de Pamplona, ha hecho un importante esfuerzo en preparar comidas y cenas para llevar. "Ahora que nos permiten abrir interiores, aunque sea al 30%, vamos a centrarnos en ofrecer servicio en nuestro local. No sabemos que va a pasar y no puedo coger gente para trabajar y que luego vuelvan las restricciones. Tenemos que repartir fuerzas", explica la dueña Magda Cygan, que añade que "cenas no vamos a dar porque el cierre es a las 22 horas pero daremos comidas, salvo el día 25 que es el único día que cerramos". Ahora bien, aunque su apuesta ahora será el servicio en el local, "tenemos doce cenas encargadas ya de vecinos que vendrán a recogerlas al bar para Nochebuena. Paletillas de cordero, gorrín asados... Nuestra especialidad son las parrillas argentinas pero no lo ofrecemos para llevar porque no es lo mismo".

Al igual que este restaurante pamplonés, muchos otros se han adentrado en la aventura de ofrecer el servicio de comida para llevar con el objetivo de paliar los perjuicios que les ha ocasionado el cierre de la hostelería. Es el caso del Restaurante Iruña, de Tudela. "Nunca nos habíamos dedicado a ello y a raíz del confinamiento decidimos probar. La aceptación ha sido buena", explica su encargado Julio Sanz, para añadir que "vistas las condiciones que se van a aplicar en Navidad, con un 30% de aforo y que muchos clientes se van a quedar sin comer hemos decidido ofertar los día 24, 25, 31 y 1 un par de menús por si se los quieren llevar a casa". Hasta ahora nunca habían trabajado estos días, pero las nuevas circunstancias va a hacer que además de preparar comidas para llevar, también en su local trabajarán el 25 de diciembre y el 1 de enero. Esta decisión le permitirá recuperar a toda la plantilla y trabajar en dos turnos.

Dentro de los menús para llevar, este restaurante ha preparado uno más tradicional (sopa de pescado, cardo con almendras, paletilla y lenguado), y otro con algún entrante más, que oscilan entre los 35 y los 38 euros. Asimismo ofrecerán un menú infantil, que cuesta 20 euros. "Lo que no ofrecemos en las comidas para llevar son los pescados a la plancha, porque pierden la calidad de la inmediatez", apunta el encargado. Hasta ahora, Sanz se muestra contento con la aceptación de la oferta planteada. "Los menús llevan una semana anunciados en nuestra página web y estamos contentos, ya que no esperábamos tener tan buena respuesta al ser principiantes pero la gente está respondiendo bien", asegura Sanz, que destacad que una de las novedades importantes que aporta es el uso de material compostable para llevar la comida.

Por su parte, el CampingIrache, con experiencia en la preparación de platos para llevar en fechas festivas, como las navidades, este año ha decidido no hacer nada. "No merece la pena. Hablamos de reuniones de seis personas y no vemos que pudiéramos tener esa demanda", explican. Una decisión similar ha adoptado el BarFlorida en la Plaza de los Fueros de Estella-Lizarra, que ya tiene operativo su comedor al 30% del aforo. "Otros años preparábamos platos para llevar en estas fechas pero con el cierre y la incertidumbre este año lo vamos a dejar: no sabemos si habrá demanda y tampoco estamos seguros de poder contar con los productos que necesitamos. La distribución ha sido uno de los sectores más castigados por las restricciones", asegura su responsable Jorge Ruiz.