Las localidades de la Ribera Alta no amanecieron blancas a pesar de que muchos vecinos levantaron sus persianas ansiando ver todo nevado. Sin embargo, poco a poco los copos empezaron a hacer su aparición y hacia mediodía los parques, calles, plazas y jardines se cubrieron de un manto de nieve que hizo las delicias de pequeños y mayores.

Y es que nadie quiso perderse este momento; los más txikis hicieron divertidos muñecos de nieve, los jóvenes organizaron guerras de bolas por los parques, y el resto de personas se fotografiaron en las bonitas estampas para después mandar a sus familiares.

Aunque la mayoría de vecinos salió a divertirse, en los Ayuntamientos de los municipios de la zona estuvieron con los cinco sentidos alerta ante cualquier incidencia algo que, por fortuna, no sucedió.

En Lodosa, de acuerdo con el alcalde, Pablo Azcona, no hubo altercados a lo largo del día, aunque insistía en que desplegaron el dispositivo de limpieza con el refuerzo de la barredora y se encargaron de echar sal por las zonas más transitadas; Paseo, accesos a edificios públicos, etc. El Ayuntamiento, además, estuvo en constante coordinación con el Gobierno de Navarra para valorar el estado de la travesía así como con Cruz Roja y Protección Civil para reforzar las labores de los trabajadores municipales.

En este caso el parque de El Medianil, El Ferial, El Paseo y los depósitos se llenaron de lodosanos que salieron, ataviados con sus gorros, guantes y ropa de montaña, para no perderse este momento.

Por otro lado, en San Adrián, los vecinos salieron por el parque de Las Señoritas, por la trasera del Ayuntamiento e incluso por la orilla del río.

De acuerdo con el alcalde, Emilio Cigudosa, los trabajadores municipales tuvieron la sal preparada para utilizarla en caso de ser necesario pero, al no cuajar por las calles, no hizo falta. “Hubo que tener especial cuidado en los pasos de cebra, que resbalaban por culpa de la pintura. En caso de helar, en los sitios más transitados, en las cuestas más peliagudas y en las plazas, echaremos sal”.

Y en Peralta, de acuerdo con Juan Carlos Castillo, alcalde de la localidad, no hubo ningún problema destacable. De hecho, explicaba, hasta las 9.00 horas no hizo aparición la nieve en el municipio. Sin embargo, “poco a poco, y sin parar en ningún momento, fue cuajando”.

La brigada, insistía, estuvo preparada para actuar en caso de ser necesario, sobre todo en las calles aledañas a la iglesia que tienen cierta pendiente y el hielo podía causar algún problema entre los peatones. Además, y siendo previsores, echaron sal los días previos por diversas zonas “y eso se ha notado”, puntualizaba el primer edil.

Donde tampoco hubo mayores incidentes fue en municipios como Azagra, Andosilla o Sesma en los que, a pesar del espesor de la nieve y de que el temporal no dio tregua, todos disfrutaron como niños.