La ampliación de la exención del copago farmacéutico que entró en vigor el pasado 1 de enero para más colectivos de los ya existentes afecta en Navarra a unas 45.000 personas, de las que la práctica totalidad son pensionistas de rentas bajas.

Así lo ha señalado en comisión parlamentaria la consejera de Salud, Santos Induráin, quien ha explicado "con satisfacción" esta medida que supone un "avance en materia de equidad y salud", al extender esta exención de copago a menores de edad con discapacidad, perceptores de prestación por hijo menor a cargo, y pensionistas perceptores de rentas bajas".

"En Navarra son unas 45.000 personas, de las que pensionistas de rentas bajas son 44.766", ha explicado la consejera, quien ha valorado que la medida "elimina un recorte" decidido por el Gobierno del PP en 2012.

En cualquier caso, ha considerado "muy positiva" la medida porque "promueve y facilita que haya una mayor adherencia terapéutica, y porque afecta a la equidad y a las desigualdades en salud", ha zanjado.

Por otro lado, y preguntada sobre las medidas para garantizar el transporte sanitario en las zonas de montaña, ha explicado que en el pliego de condiciones para la adjudicación de este servicio han optado por exigir que las ambulancias con base en Isaba, Ezcaroz y Burguete sean vehículos de tracción total 4 x 4.

La otra posibilidad era dejar "abierta esta posibilidad y que fuera puntuable" a la hora de adjudicar el servicio a una empresa, si bien finalmente el departamento de salud ha optado por exigir estos vehículos para el servicio de ambulancia en esas zonas concretas de adversa meteorología invernal.