- La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra ha confirmado una condena de multa de 3.000 euros por desobediencia grave a los agentes de la autoridad a un conductor de Tudela que, al ser advertido por una patrulla de la Policía Municipal de que su vehículo iba a ser retirado por la grúa al carecer de seguro, se montó en el coche, aceleró y estuvo a punto de llevarse por delante a un agente, al que tiró al suelo al agarrarse este a la manilla de la puerta del conductor.

Además, deberá hacer frente a otra multa de 600 euros por un delito leve de lesiones leves y tendrá que indemnizar con otros 500 euros al policía herido. El acusado recurrió la sentencia condenatoria que le impuso el Juzgado de lo Penal 1 de Pamplona, pero la Audiencia ha desestimado sus alegaciones.

Los hechos ocurrieron en febrero de 2019 cuando el procesado aparcó su vehículo en la cuesta de la Estación de la capital ribera en un reservado de carga y descarga. Los agentes locales le pidieron que lo retirara de allí y el encausado accedió, pero lo aparcó en las inmediaciones, en zona azul, sin abonar el correspondiente estacionamiento mientras entraba en una tienda.

Al rato, la trabajadora de la zona azul se dispuso a multarle y el procesado se empezó a dirigir con malas formas a la misma. Entonces, dos agentes de la Policía Local le pidieron que se identificara y presentara la documentación del vehículo. Una de las policías comprobó que el acusado carecía de seguro en vigor y le dijo que iba a llamar a una grúa para llevarse el coche. Ante ello, el encausado se subió al vehículo y lo puso en marcha, al tiempo que lo cerraba. El otro policía insistió en que detuviera el vehículo, se apeara del mismo y les entregara la documentación, pero el acusado inició la maniobra para desestacionar, golpeó con el parachoques a la agente. No conforme con ello, introdujo la marcha atrás y pese a que el policía le insistió en que se detuviera y le sujetó la manilla de la puerta, el acusado aceleró e hizo perder el equilibrio al agente a consecuencia de la inercia. El policía sufrió un esguince en el codo.

La Audiencia tiene en cuenta el testimonio de la trabajadora de la zona azul que contempló el incidente como testigo y confirmó que el acusado había cerrado las puertas del vehículo, arrancó el mismo y se marchó a gran velocidad, “teniendo que apartarse la otra agente para evitar ser atropellada”.