La Conferencia Episcopal Española (CEE) ha asegurado respecto a la lista que ha hecho pública el Gobierno sobre los bienes de la Iglesia que está dispuesta a que se revisen las inmatriculaciones de inmuebles "si el derecho lo permite", porque "no quiere a su nombre nada que no sea suyo".

El Consejo de Ministros remite este martes al Congreso un listado con 34.961 inmuebles inmatriculados de la Iglesia entre 1998 y 2015 que abre la vía a posibles reclamaciones sobre su titularidad, que la ley permitió entonces su registro con tan solo una certificación eclesiástica.

El secretario general de la CEE, Luis Argüello, ha manifestado su agrado por "el reconocimiento que han hecho en el propio informe de que la Iglesia ha seguido la legalidad en la realización de este criterio inmatriculador" y recuerda que "existían dos años después de cada acto inmatriculador para que personas con mejor derecho o instituciones pudieran reclamar la titularidad de esos bienes".

"En todo caso, la Iglesia no quiere que esté a su nombre nada que no sea suyo, por eso si alguien viniese con mejor derecho y que pudiera revisar la inmatriculación realizada, cada institución de la iglesia que haya inmatriculado, está dispuesta a hacer esa revisión si el derecho lo permite y las exigencias de la legalidad nos lo pide", añade Argüello.

El secretario general de la CEE destaca que esos bienes de la Iglesia están al servicio del bien común a través de las actividades propias de la comunidad cristiana, como la liturgia y la catequesis, y muchos de ellos tienen "un extraordinario valor histórico, artístico y cultural".

Por ello, hace un llamamiento a la colaboración entre la Iglesia, la sociedad y las administraciones públicas "para que el mantenimiento de estos bienes y al mismo tiempo, para que su uso, el propio de los mismos en la liturgia, en la acción de la Iglesia y el que pueda realizarse para el bien común, social, artístico y cultural pueda seguir realizándose".