a obesidad no es solo una enfermedad grave por los riesgos que conlleva por sí misma, sino también por ser un gran factor de riesgo ante otras afecciones como lo ha sido la covid-19.

"La persona con obesidad es más susceptible a la infección por coronavirus. Una vez que la padece, va a tener más posibilidades de ingreso hospitalario, y una vez allí tiene más riesgo de acabar en la UCI y necesitar cuidados intensivos. También tiene más riesgo de requerir ventilación mecánica, y todo ello es un conjunto que condiciona una mayor mortalidad por covid", garantiza con rotundidad la doctora Gema Frühbeck, directora del Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universidad de Navarra.

Este mayor riesgo de sufrir un cuadro grave de la enfermedad se debe a la "evidencia" de que "dentro de las personas obesas el exceso de tejido adiposo condiciona una situación de inflamación crónica de bajo grado", lo que "es capaz de secretar unas moléculas, las adipoquinas".

Éstas son un tipo de citoquinas, proteínas capaces de coordinar la respuesta del sistema inmunológico y que son protagonistas de una situación denominada "tormenta de citoquinas", que provoca los casos más graves de coronavirus.

"El paciente con obesidad está en esa situación de inflamación que hace que para llegar a esa tormenta de citoquinas ya ha recorrido muchos pasos de forma previa", desarrolla de forma didáctica la doctora Frühbeck, que demuestra que además "la obesidad está acompañada de alteraciones en nuestro sistema inmune, por lo que vamos a tener unas defensas alteradas y la respuesta frente al virus va a estar deteriorada", lo que explica que estas personas sean más susceptibles de contraer la enfermedad.

Una vez contagiados, el problema radica en las alteraciones de la obesidad en las personas, que hace que tengan más probabilidades de ser hospitalizadas e, incluso, de fallecer. "Pueden tener su función respiratoria disminuida, porque en algunos casos el poder ventilar y realizar una buena inspiración y expiración con el exceso de peso también se encuentran disminuidos", además de encontrarse "en una situación que llamamos protrombótica, lo que hace que se puedan producir coágulos de una forma más sencilla".

Todo ello se suma a una disposición "que ya de inicio tiene una alteración multisistémica", y que en consecuencia determina que los pacientes con obesidad "van a tener un desarrollo muy negativo" de covid.