- Mariola es de Pamplona y trabaja como cajera en E.Leclerc desde julio de 1998. Desde que se incorporó hace ya casi 23 años, siempre ha trabajado en el mismo puesto.

¿Qué pensó la primera vez que escuchó hablar sobre la covid-19? ¿y cuando llegó a Navarra?

-Como era algo que nunca había pasado no le das la importancia, lo ves como algo lejano, que pasa en otros países pero no piensas que pueda llegar a España. Cuando llegó a Navarra fue algo tan rápido que apenas nos dio tiempo a reaccionar. Lo viví con incertidumbre y parecía que estábamos en una película.

Al tratarse los supermercados de unas superficies esenciales y que, por tanto, debían permanecer abiertos durante la cuarentena, ¿qué instrucciones se les dieron desde la gerencia del supermercado para poder desempeñar su labor?

-La dirección de la empresa nos puso medidas rápidas muy estrictas: fuimos los primeros en tener mascarillas desde el 13 de marzo, sólo abrimos la mitad de las cajas, fuimos los primeros en instalar mamparas de metacrilato para protegernos desde el 18 de marzo. También teníamos guantes, gel hidroalcohólico y nos iban informando de la situación epidemiológica.

¿Sintió que los clientes que acudían al supermercado tenían miedo? ¿Sintió usted miedo al trabajar cara al público?

-Si, había más silencio que nunca. Iban los clientes nerviosos, sólo una persona por carro con grandes compras; pero sorprendidos una vez más del respeto y el cariño con el que venían cada día a pesar de esa situación tan difícil.

¿Qué significó para usted que los aplausos de las 20.00 fueran también dirigidos a personal de supermercados? ¿Cree que su labor está lo suficientemente visibilizada?

-Bueno por un lado, emocionados pero personalmente no las tomé como mías, frente a la labor sanitaria que diariamente se dejaba la piel en primera línea de batalla; nosotros sentíamos que igualmente debíamos dar un servicio a la población para cumplir con nuestro deber.

Principalmente fueron las mujeres quienes tuvieron que llevar las riendas de la situación durante la pandemia, ¿Cómo valoraría el papel de la mujer en la sociedad actual y especialmente, su papel durante la pandemia?

-En mi caso no he vivido directamente esta situación, pero viéndolo en mis compañeras que han tenido que hacer

magia para poder cuidar de sus hijos sin colegios, hemos tenido la suerte de que nuestra empresa nos dio todas las facilidades para poder conciliar, lo que nos tranquilizó y facilitó algo que realmente al comienzo de la pandemia nos preocupaba.

“Nosotros sentíamos que igualmente debíamos dar un servicio a la población para cumplir con nuestro deber”