- Urrutia fue ausente ayer en explicaciones. Poco más o menos dijo que él -en estos negocios en los que había sido denunciado por ser la persona que se comprometía a adquirir los terrenos en Navarra- era un convidado de piedra, un acompañante. “En aquellos años yo buscaba una casa por Navarra y conversé con un intermediario de un banco que me ofrecía viviendas. A su vez, me ofreció la venta de una bodega y se lo comenté a Miguel, que podía estar interesado en ella. A mí no me interesaba. He vivido diez años en Costa Rica, tuve un problema y tengo todo el patrimonio retenido. He tenido mucho dinero, pero lo tengo todo embargado por la Audiencia de Guipúzcoa. No podía liberar dinero de allí para este negocio. Es que no tengo dinero ni para bodegas ni para la casa de Paloma San Basilio, que es la que me ofreció el del banco. Pero esa casa estaba en el monte, y no me gustó. Pedía mucho dinero y tenía hipoteca”, recordó.