- Estuvieron juntos cubriendo las guerras de Afganistán y de Irak. El reportero irundarra Jon Sistiaga recuerda a David Beriáin como "un periodista que consiguió hacer lo que muy pocos: vivir de lo que le gustaba, de contar historias". En 2010, Jon Sistiaga dirigió el programa REC Reporteros Cuatro, de la cadena de televisión Cuatro, en el que trabajó David. "El estaba como reportero y ahí ya forjamos amistad y siempre le he tenido un gran respeto profesional".

Además, en el plano personal, Jon asegura que David era "un gran tipo": "Cuando salimos de la campaña de Irak yo había perdido toda la ropa y él me dejo sus calcetines. Era una persona muy respetada e iba muy a lo suyo, en el sentido de que nunca pisaría a un compañero para sacar una noticia, no era su forma de trabajar. El periodismo fue su modo de vida y lo vivió en su máxima plenitud".

David llevaba el periodismo en las venas y los riesgos que conllevaba todo lo que él hacía los asumía como consecuencias del oficio. "No nos jugamos la vida, David no se la jugaba. Él hacía su trabajo, que es contar la realidad en zonas de conflicto para que los malos no estén tan tranquilos. Eso es lo que le llevaba a hacer lo que hacía", relata Jon. De hecho, para el periodista irundarra, la labor del reporterismo de guerra se asemeja a otros oficios: "El que trabaja de policía o de soldado sabe que le pueden enviar a un sitio que no le gusta y que encima sea peligroso. La vida del reportero que decide ir a lugares de conflicto es de riesgo permanente".

David falleció en Burkina Faso el lunes, tras un ataque que los medios locales atribuyen a grupos terroristas, "algo que nunca quieres que te pase, pero que sabes que te puede pasar". "El riesgo es constante: si te metes en un campo minado, si los guerrilleros con los que estás van hasta arriba de farlopa y de repente cambian de humor y te vuelves su enemigo o si un francotirador está haciendo de la suyas... salir a una cuneta a echar un pis y que te explote una mina", relata.

Sin embargo, es la vocación de servicio la que le llevaba a David a acudir a las zonas de riesgo para contar lo que allí ocurría: "Decidía ir porque quería contar lo que ocurría, porque sino los malos iban a seguir campando a sus anchas".