- La Fundación Jaime Brunet de la Universidad Pública de Navarra ha donado 6.000 euros a la campaña Oxígeno para la India, puesta en marcha por la Fundación Vicente Ferrer con motivo de la crisis sanitaria que se vive en el país a causa del coronavirus. En concreto, el objetivo es dotar de un generador de oxígeno al hospital gestionado por esta fundación en Bathalapalli, declarado centro de referencia covid-19 por el gobierno de Andhra Pradesh.

Según ha informado la Universidad, una vez conocida la situación por la que atravesaba el país asiático, se puso en contacto con José Antonio Hoyos, premio Alumni Distinguido de la UPNA 2019 y voluntario de la Fundación Vicente Ferrer en la India desde hace más de seis años, para conocer la situación y posibles necesidades. Hoyos, ingeniero en Telecomunicación por la UPNA (1997), expresó su agradecimiento y solicitó que la difusión de la campaña entre la comunidad universitaria, lo que se realizó el pasado mes de mayo. Posteriormente, en reunión extraordinaria del patronato de la Fundación, se decidió por unanimidad la aportación económica.

Las mismas fuentes recuerdan además que la Fundación Vicente Ferrer recibió el Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos en 2017, galardón dotado con 36.000 euros, "por su labor encaminada a la erradicación de la pobreza, y la defensa de los derechos fundamentales de todas las personas en la India". En concreto valoran su "meritorio trabajo llevado a cabo durante más de 40 años a favor de los derechos de las comunidades que sufren más discriminación, como son los dalits o intocables, en una de las zonas más pobres del planeta".

La Fundación Jaime Brunet es una fundación cultural privada, cuyos fines son el fomento del respeto a la dignidad humana, a las libertades fundamentales y a los derechos humanos, así como la erradicación de situaciones y tratos inhumanos o degradantes. Tiene su origen en la figura de Jaime Brunet Romero (Baiona, Francia, 1926-San Sebastián, Gipuzkoa, 1992), nacido en una familia de emprendedores catalanes que se había asentado en el siglo XVIII en Gipuzkoa (donde desarrollaron una importante actividad industrial).

Legó su fortuna para crear, a su fallecimiento, la fundación que, con su nombre, se dedicara a divulgar los derechos humanos y a premiar a quienes, por su trabajo en defensa de ellos, se hicieran merecedores de este reconocimiento. De este modo, se creó la Fundación Jaime Brunet Romero, con residencia en la UPNA, según su voluntad testamentaria.