n grupo de alumnas y alumnos de 4º de la ESO del colegio Santa Luisa de Marillac, de Barañáin, ha trabajado este curso en el proyecto ReVive tu PC: reduce, reutiliza, recicla y repiensa, que consiste en la reparación de ordenadores obsoletos para convertirlos en dispositivos chrome. De esta manera cumplir una doble función: ayudar al medio ambiente y reducir la brecha digital, ayudando a las familias más desfavorecidas que carecen de una tecnología vital en tiempos de pandemia. "Les puse un documental sobre la basura tecnológica y cómo afecta al medio ambiente, de ahí fue naciendo la idea del proyecto", recuerda la profesora Garbiñe Telletxea. "Actualmente hemos arreglado tres dispositivos y esperamos que sean muchos más", afirma. "Lo que más ha motivado a los alumnos es que con esta labor pueden ayudar a gente que no ha podido seguir sus clases durante la cuarentena, y saben lo duro que es no poder seguir las clases a la hora de afrontar el curso", asegura Telletxea, que cree que este tipo de actividades "permiten asignar a cada alumno una competencia con la que de verdad disfrute y aprenda". "Hay algunos a los que les ha servido para recuperar la motivación, tener más soltura y adquirir responsabilidad en algo que verdaderamente les gusta", reconoce.

Los estudiantes simulan con este proyecto una pequeña empresa. Unos se han encargado de contactar con las empresas, otros de la comunicación y las redes sociales, y un tercer grupo, de la reparación de los dispositivos. "A la mayoría de las empresas con las que hemos contactado les parece una gran idea, pero ya colaborar es otra cosa. De 30 empresas que hemos llamado nos habrán aportado cinco", explicó Wences Blanch, estudiante del colegio Santa Luisa de Marillac. Este joven de 17 años se encargaba de la parte de relaciones públicas. "Mi tarea consistía en estar llamando a las empresas para que nos aporten su colaboración", relata. "Llamaba a las empresas y les iba comentando el proyecto, que consiste en recoger dispositivos obsoletos como ordenadores para transformarlos en chromebooks", explica para añadir que "así damos una nueva vida a esos y los podemos donar a familias en una situación económica desfavorecida. Ayudamos a reducir la brecha digital y a no contaminar el medio ambiente".

A la hora de contactar con las empresas que les podían aportar los ordenadores, la respuesta era similar. "A la mayoría le parece una gran idea, pero pocas se han animado a colaborar", reconoce. Adquirir este tipo de responsabilidades y seguir este modelo de trabajo hizo que alumnos como Wences Blanch se sintieran "mayores". "Me ha ayudado mucho para saber qué cosas me gustan a nivel profesional", asegura. Junto a su compañero Juan Villegas se encargaba de buscar las empresas con las cuales contactar. "Tenía que enviar correos de agradecimiento o solicitando información a esas empresas", explica este joven, que asegura que "cada vez que teníamos clase hacíamos una publicación, en ellas agradecíamos a la empresa colaboradora". " Ayudamos al medio ambiente y a personas que no tienen los mismos recursos que nosotros, y poder colaborar de esa forma mola bastante", destaca.

En opinión de la estudiante Miriam González, este es un proyecto que debería de hacerse en todos los colegios o centros escolares. "Ayudamos al medio ambiente y a las familias desfavorecidas, incluso del mismo centro o que necesitan una ayuda para poder seguir las clases o teletrabajar, que se ha vuelto tan necesario", insiste. Su compañero Blanch interviene para remarcar que "más que un proyecto de clase, es educación medio ambiental. Estamos ayudando al medio ambiente y sobre todo concienciar a las personas que tienen varios dispositivos que no usan sobre la importancia que tiene darles otra vida".

Esta asignatura ha conseguido remover conciencias entre estos alumnos de 4º de ESO. "Yo sentía rabia de que algunos de mis compañeros no pudiesen hacer las cosas que los demás podemos hacer por los medios que tenemos, y no debería de ser así", asevera González, que considera que "deberíamos de tener todas y todos las mismas oportunidades, tanto alumnos como personas adultas que necesitan ordenador, ya sea para trabajar o para estudiar, que puedan tener las mismas las mismas oportunidades que nosotros". La pandemia ha convertido estos dispositivos en herramientas imprescindibles para el día a día, "si una persona no puede llegar a conseguir ese ordenador, igual puede perder su trabajo o algunos alumnos pueden llegar a suspender las asignaturas. Eso no es justo".

Para estos jóvenes que nacieron con una tablet debajo del brazo, ciertos términos como chromebook son habituales en su vocabulario. Pero para el resto de la sociedad, ¿qué es un chromebook? "Un chromebook es un ordenador con un sistema operativo de Google, el cual permite usar sólo herramientas de Google", explica Juan Villegas. "En este dispositivo tienes que introducir tu cuenta de correo con Google, y básicamente es un ordenador normal", añade. Por ahora tienen tres ordenadores ya convertidos en chromebooks y esperan poder seguir reparando muchos más.

La basura tecnológica también es un problema que les afecta directamente. Ante la pregunta de cuántos ordenadores tenían en sus hogares, la respuesta habitual rondaba entre 2 o 3 ordenadores. "Esta actividad ha servido para que ellos mismos se cuestionen y se den cuenta que todos somos cómplices de esa basura tecnológica y acumulamos dispositivos que luego pueden llegar a tener una segunda oportunidad y ayudar a aquellos que por la brecha digital no tienen tan fácil acceso", concluye la profesora Telletxea.

Qué es y para qué sirve. Son ordenadores personales que utilizan como sistema Chrome OS, desarrollado por Google y están pensados para utilizarse permanentemente conectados a Internet.

Una nueva vida. Al transformar estos ordenadores obsoletos contribuyen a la reducción de basura digital.