Unas 200 personas asistieron ayer al homenaje de Memoriaren Bideak a los esclavos del franquismo celebrado en el alto de Igal-Vidángoz, en el que un año más se combinaron el recuerdo y homenaje a los represaliados y represaliadas con una mirada hacia los problemas del presente.

Durante el acto, que se celebró tras el parón obligado del año pasado por la pandemia de la covid, Asun Larreta recordó la figura de su abuelo, Julián Larreta, maestro asesinado en 1936, mientras que Ana Barrena llamó a la concentración sindical del día 25 de julio en denuncia de los trabajos forzados bajo el franquismo y animó a la visita a la exposición Fronteras de Hormigón, organizada por el Instituto Navarro de la Memoria, en el Planetario de Pamplona.

Por su parte, Mari Jose Iturgaitz denunció la situación del colectivo de trabajadoras sociosanitarias del Ayuntamiento de Pamplona, amenazadas por la privatización, y Ainitze Agirre criticó la situación de las personas migrantes en la frontera de Irun.