El doctor Miguel Ángel Martínez-González sostiene que el principal error ha sido “darle prioridad a intereses ideológicos o políticos sobre los de la salud pública” lo cual “ha pasado muchas veces”, así como “el afán de hacerse propaganda desde las instancias que tienen que tomar medidas de gobierno, en vez de reconocer con autocrítica los errores y rectificar. ¿Cuánta gente ha dicho delante de una cámara me he equivocado, lo siento, pido disculpas? Esto no se ha dicho”.

El epidemiólogo considera “fundamental la autocrítica, porque esta pandemia estaba llena de incertidumbres y es lógico que quien tiene que tomar decisiones se equivoque. Entonces, lo que tiene que hacer es rectificar y pedir humildemente disculpas”. No obstante, explica, esa petición de perdón “refuerza la autoridad moral delante de la población, saber rectificar refuerza el liderazgo, y hace que cuando tenga que hacer educación sanitaria la población oiga los consejos y los siga”.

Así, según expone, ocurrió en Nueva Zelanda, donde el Ejecutivo entero se bajó el sueldo un 20% al inicio de la pandemia. “El gobierno se ganó a pulso su autoridad moral, no por hacerse propaganda, sino por realidades que los ciudadanos veían”.

¿Considera que aquí alguien debería haber dimitido por la gestión?

-Pienso que sí, que hay que conjugar el verbo dimitir con más frecuencia en nuestro país, que es un verbo prácticamente ausente. Por ejemplo, algunas autoridades de otras comunidades que adelantaron su turno de vacunación prevaricando rápidamente dimitieron. Me parece que es un ejemplo que se debería seguir cuando se cometen errores y no decir un día que esto está muy bien y a los pocos días que se decrete de nuevo el estado de alarma.

A su juicio, doctor, ¿Fernando Simón debería haber dimitido?

-Bueno, procuramos en el libro ser muy respetuosos con las personas. Nunca criticamos a una en concreto, porque creo que a las personas hay que tratarlas con cariño, con respeto, ver los puntos positivos que tienen, que los destacamos en el caso de Fernando Simón en el libro, y no cebarse. Pienso que es una torpeza buscar culpables, sino que la inteligencia está en buscar soluciones y en analizar, más que si una persona lo ha hecho bien o mal, ver qué errores se han cometido porque otras pandemias van a venir y hay que sacar una lección práctica para el futuro