Una manifestación recorrió este viernes por la tarde las calles de Estella para mostrar su repulsa por la agresión homófoba que sufrió un joven y reivindicar pueblos vivos donde la comunidad LGTBI pueda existir y vivir libremente su sexualidad o identidad de género. El pasado 14 de julio, dos jóvenes increparon a la víctima al grito de "maricón de mierda" y "gay de mierda", y llegaron a proferirle amenazas como "te voy a rajar" o "sé dónde vives". Todo ello sucedió en un autobús de la línea 2 de La Estellesa interurbana, sin recibir respuesta por parte de la compañía.

Las convocantes aseguraron estar "preocupadas por el incremento de agresiones que estamos notando a nuestro alrededor y cansadas de naturalizarlas, de no sentirnos seguras y de no poder vivir tranquilas". Recordaron que no es necesario demostrar su condición para sufrir agresiones, y las estas pueden ser desde una mirada amenazante, unos susurros malintencionados hasta una agresión física. "No nos vamos a dejar intimidar ni volveremos a ningún armario", clamaron.

Denunciaron que La Estellesa "no respondió a esta agresión ni se ha responsabilizado en ningún momento" y reivindicaron el autobús como medio de transporte esencial que necesitan que sea un espacio seguro. Asimismo, exigieron al Ejecutivo foral y los ayuntamientos de Estella y merindad "unos protocolos de actuación en todos sus servicios".

También lamentaron que a menudo la comunidad LGTBI debe huir de sus pueblos a ciudades más grandes como Pamplona, Madrid o Barcelona para poder vivir libremente, por lo que "reivindicamos nuestros pueblos, nuestras raices y ruralidades donde podamos existir y transitar libremente nuestra sexualidad, identidad de género o proyecto de vida".